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¿Cómo ayudar a un niño con TDAH?
Te damos siete estrategias clave para que controlen su impulsividad

La impulsividad es uno de los desafíos más comunes que enfrentan los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Esta dificultad para controlar sus impulsos se manifiesta en acciones como interrumpir conversaciones, responder antes de que terminen de hacerles una pregunta, o actuar sin considerar las consecuencias. Estos comportamientos pueden llevar a situaciones problemáticas, lo que convierte a la enseñanza de un comportamiento más reflexivo en una tarea esencial para los padres. A continuación, recogemos siete estrategias que pueden ayudar a los padres a guiar a sus hijos hacia una mayor autorregulación.
1. Predicar con el ejemplo
Los niños aprenden observando a los adultos, y los padres son sus modelos más influyentes. Si un padre interrumpe conversaciones, se irrita al esperar o pierde la paciencia fácilmente, el niño percibirá que estos comportamientos impulsivos son aceptables. En cambio, si los padres muestran paciencia y autocontrol, estarán proporcionando un ejemplo positivo a seguir.
2. Enseñar la importancia de esperar
La impulsividad se relaciona con la incapacidad para inhibir respuestas inmediatas. Para fomentar un comportamiento más reflexivo, es fundamental enseñar al niño a ser paciente. Esto puede lograrse mediante juegos que requieran turnos, o con actividades que mantengan al niño ocupado mientras espera, como dibujar o jugar con sus juguetes favoritos. Establecer rutinas donde el niño deba esperar antes de recibir atención y premiarlo por su paciencia también puede ser muy efectivo.
3. Ignorar comportamientos negativos menores
Según el principio de extinción, los comportamientos que no reciben atención tienden a desaparecer. Si el comportamiento impulsivo no es grave, ignorarlo puede ser una estrategia útil para no reforzarlo. Incluso una reprimenda puede, a veces, darle al niño la atención que busca y reforzar el comportamiento no deseado.
4. Aplicar castigos proporcionales y inmediatos
Cuando es necesario sancionar un comportamiento, es crucial que el castigo sea inmediato y proporcional a la infracción. Para los niños con TDAH, los castigos largos o desproporcionados pueden resultar ineficaces y contraproducentes. Un castigo breve y adecuado a la situación ayudará al niño a entender las consecuencias de sus acciones sin generar mayor frustración.
5. Dar instrucciones claras y precisas
Los niños con TDAH a menudo tienen dificultades para recordar instrucciones, especialmente si no están prestando atención. Por lo tanto, es esencial asegurarse de que el niño esté escuchando y comprendiendo lo que se le dice. Instrucciones cortas y escritas pueden ser de gran ayuda, especialmente para tareas complejas. Además, pedirle al niño que repita las instrucciones puede asegurar que las ha comprendido correctamente.
6. Fomentar el desarrollo del lenguaje interno
El lenguaje interno, que comienza a desarrollarse significativamente alrededor de los 7 años, es clave para que los niños regulen su comportamiento. En los niños con TDAH, esta habilidad puede estar menos desarrollada, por lo que es importante potenciarla. Una técnica útil es el modelado cognitivo, en el que primero los padres realizan en voz alta todos los pasos de una tarea, y luego el niño lo repite en voz alta, después en voz baja, y finalmente de manera interna. Este proceso ayuda al niño a planificar y seguir pasos sin omitir detalles.
7. Ayudar a controlar las emociones
El autocontrol emocional es un desafío para muchos niños, especialmente para aquellos con TDAH. El primer paso para ayudarlos es enseñarles a identificar sus emociones. Cuando el niño esté frustrado o enojado, es importante señalárselo y enseñarle a detenerse antes de actuar. La "técnica de la tortuga", que consiste en pedirle al niño que se retraiga mentalmente en su "caparazón" para calmarse, es una herramienta eficaz para manejar la impulsividad y mejorar el control emocional.
Estas estrategias, aplicadas con paciencia y constancia, pueden ayudar a los niños con TDAH a manejar mejor su impulsividad y a desarrollar comportamientos más reflexivos y controlados, facilitando su adaptación a diferentes situaciones tanto en el hogar como en la escuela.
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