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¿Cómo y cuándo pasar a tu bebé de la cuna a la cama? Te damos los pasos a seguir

Este es un hito importante en el desarrollo infantil, que puede resultar emocional tanto para los pequeños como para los padres

Bebé dentro de una cuna.
Bebé dentro de una cuna.Dreamstime

El cambio de la cuna a la cama es un hito importante en el desarrollo infantil, que puede resultar emocional tanto para los pequeños como para los padres. Aunque cada niño tiene su propio ritmo, la transición suele ocurrir entre los 18 meses y los 3 años, dependiendo de señales como el crecimiento, intentos de trepar la cuna o el establecimiento de rutinas de sueño consolidadas.

¿Cuál es el mejor momento para pasar de la cuna a la cama?

No existe una edad exacta. Factores como el tamaño del bebé, su comportamiento y la llegada de un nuevo hermano pueden influir en el momento ideal para hacer el cambio. Lo más importante es respetar su preparación emocional para evitar episodios de ansiedad.

Primeros pasos para una transición exitosa

  • Introducción gradual: Instala la nueva cama en la misma habitación antes de retirar la cuna.

  • Entorno seguro: Escoge camas adecuadas a su tamaño, preferiblemente con barandillas.

  • Participación activa: Deja que tu hijo elija accesorios como sábanas o almohadas.

  • Rutinas consistentes: Mantén hábitos de sueño familiares para facilitar la adaptación.

¿Qué tipo de cama elegir?

Opciones populares incluyen camas Montessori (bajas al suelo), camas evolutivas que crecen con el niño, y camas con barreras laterales para mayor seguridad. El colchón debe ajustarse perfectamente a la cama para evitar riesgos.

Consejos prácticos para facilitar el cambio

  • Generar entusiasmo: Presenta la cama como un logro importante.

  • Elementos familiares: Incluye mantas o peluches de la cuna.

  • Refuerzo positivo: Elogia cada logro para aumentar su confianza.

  • Paciencia y comprensión: Respetar el ritmo del niño es clave.

Errores comunes que debes evitar

  • Apresurar la transición.

  • Descuidar la seguridad del entorno.

  • Romper las rutinas establecidas.

La paciencia, el cariño y una buena estrategia convertirán esta transición en una experiencia positiva para toda la familia.