Educación
Crianza positiva vs. crianza consciente: ¿en qué se diferencian y cuál elegir?
Centradas en el bienestar emocional y el desarrollo saludable de los hijos, estas alternativas respetuosas son las recomendadas por los expertos
Elegir el tipo de crianza adecuado puede ser un verdadero reto para madres y padres. Ningún niño llega al mundo con un manual bajo el brazo, y cada familia debe descubrir qué método se adapta mejor a sus necesidades. Aunque existen múltiples estilos de crianza, algunos no resultan tan beneficiosos, como la crianza distraída. En cambio, otras corrientes como la crianza positiva y la crianza consciente ofrecen alternativas respetuosas, centradas en el bienestar emocional y el desarrollo saludable de los hijos.
Ambos enfoques comparten valores como el respeto, la empatía y la conexión emocional, pero tienen diferencias clave que es importante conocer para no confundirlos.
¿Qué es la crianza positiva?
La crianza positiva se enfoca en reforzar las conductas deseadas a través de elogios, recompensas y una comunicación afectiva. Su objetivo principal es establecer una relación basada en la confianza y el respeto mutuo, donde el niño se sienta seguro emocionalmente. Esta forma de educar promueve la resolución de conflictos mediante el diálogo y ayuda a los pequeños a desarrollar habilidades sociales y emocionales de forma equilibrada.
¿Qué implica la crianza consciente?
Por su parte, la crianza consciente pone el énfasis en la atención plena (mindfulness) y la autoconciencia tanto de padres como de hijos. Este enfoque busca que los adultos estén presentes emocionalmente en el proceso de crianza, prestando atención a sus propias emociones y a las de sus hijos para responder desde la calma y la empatía. Escuchar activamente, validar sentimientos y cultivar un vínculo emocional sólido son pilares fundamentales en este modelo.
Diferencias entre crianza consciente y crianza positiva
Aunque ambas prácticas fomentan un ambiente familiar respetuoso y comprensivo, se distinguen por su enfoque:
La crianza positiva se centra más en el comportamiento y en cómo reforzarlo de forma positiva.
La crianza consciente tiene una perspectiva más introspectiva, donde la gestión emocional y la conciencia plena juegan un papel esencial.
Ambas formas de educar buscan lo mismo: criar niños felices, seguros y emocionalmente inteligentes. La elección entre una y otra dependerá del estilo de vida de cada familia, sus valores y el tipo de conexión que desean construir con sus hijos.