Psiquiatría
¿Estás quemado en tu trabajo? Descubre si es así y ponle remedio
Pasamos muchas horas al día en el trabajo y si no estamos a gusto, tendrá consecuencias en la salud
Se conoce conoce como burnout o síndrome del trabajador quemado a la sensación de estrés, fatiga y bajo rendimiento laboral que se caracteriza por un progresivo agotamiento mental y físico.
Se conoce conoce como burnout o síndrome del trabajador quemado a la sensación de estrés, fatiga y bajo rendimiento laboral que se caracteriza por un progresivo agotamiento mental y físico. Si bien las profesiones que se desarrollan con altos niveles de presión, junto con las que tienen un trato directo con el público o en ambientes hostiles o peligrosos están más cerca de sufrir este síndrome, lo cierto es que todos podemos llegar a padecerlo. Y es que según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en torno a un 22% del total de los trabajadores en España y un 28% de los europeos, según los datos de Eurostat, padece estrés laboral.
¿Te preguntas todavía si el trabajo puede acabar con la salud? El estrés y ciertas actitudes como el desequilibrio entre la carga de trabajo y los recursos que disponemos o la mala gestión de las relaciones con los compañeros, jefes o clientes generan fatiga bajo rendimiento, decaimiento y desmotivación.
El psicólogo, especialista en relaciones profesionales, Xavier Savin, explica que todos estos síntomas son los que se manifiestan cuando se sufre el síndrome trabajador quemado.
Savin apunta que algunas de las causas laborales que pueden desarrollar el burnout son los “horarios extensos de trabajo, la falta de horas de descanso, los trabajos de atención al cliente, tener trabajos monótonos o que se reconozca poco el trabajo realizado”.
No es una situación nueva, ya en los años 70 el psiquiatra Herbert Freudenberger sentó las bases del estudio de este síndrome. Posteriormente se ha investigado con profundidad este problema que afecta a miles de trabajadores en el mundo cada año y se han detectado las fases por las que los empleados pasan hasta encontrarse sumidos en un estado depresivo y completamente quemado:
1. Quieres darle más valor a tu trabajo. Comienzas a sentir que lo que haces no es suficiente o que nadie lo reconoce. Tiendes a exigirte cada vez más.
2. Alargas tu jornada laboral por encima las 8 horas y mantienes tu vida privada ligada a la de la oficina sin establecer un límite.
3. Duermes, poco, comes mal y anulas tus planes personales. Eres el primero en llegar a la oficina y el último en salir.
4. Dejas de pensar en tus problemas. Los ignoras priorizando tu labor profesional.
5. Ya no tienes actividades lúdicas a tu alrededor. El trabajo lo centra todo: no hay familia, ni amigos, ni hobbies.
6. El mal humor te ha atrapado y culpas al resto del equipo de tus problemas. Te parece intolerante que no entiendan tu exceso de implicación en el trabajo.
7. Solo vives para trabajar y la salud comienza a resentirse.
8. Has desconectado totalmente de tu entorno. Nadie reconoce tu comportamiento.
9. Ya nada te importa, te afecta. Has llegado a la fase de agotamiento laboral.
10. Por más que te esfuerzas no ves resultados. Ves límites por todas partes.
11. No ves la luz. No encuentras fin a esta situación y cualquier esfuerzo te parece inútil para lograr salir de la depresión que te atrapa.
12. Está literalmente quemado, sin posibilidad de salir del infierno en el que has entrado. Aunque ahora no lo veas, necesitas ayuda para romper con estas situación.
Es importante reconocerse en estas fases para lograr no llegar a la última. Parar el proceso antes de llegar a una etapa límite. Replantearse la situación que estás viviendo y buscar ayuda externa si fuera necesario.
Cómo superar el síndrome del burnout
Xavier Savin explica que el primer paso para superar la situación es “comprometerse con uno mismo y con su bienestar”, para ello nos da estos cinco consejos:
● Evita la interferencia entre la vida profesional y personal, es necesario "proteger"el ámbito personal/familiar de las propias del trabajo (no coger el teléfono de trabajo fuera de la jornada, no revisar emails, tener alejada de la vista la agenda,...)
● Pon límites a quienes te solicitan más allá de tus atribuciones. A menudo por no disgustar a terceros asumimos tareas que no tenemos encomendadas pudiendo llegar incluso a descuidar las propias.
● No te adueñes de las emociones de compañeros o clientes, esto supone que te resulte muy difícil de gestionar el malestar de estas personas. Los trabajos con más trato con el cliente son los más propician el burnout.
● Intenta no depender en exceso de otras personas para tener llevar a cabo tus tareas. Cuando tus resultados dependen por completo de otros puedes tener más ansiedad. Trata, en la medida de lo posible, de ser autónomo.
● No realices las mismas tareas durante demasiado tiempo. Si la empresa no te permite esa posibilidad puedes cambiar tus rutinas redistribuyendo tus tareas.
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