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Ostras, ¡qué buenas!

Las ostras, un manjar cuya temporada empieza ahora

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Las ostras son un marisco rico en ácidos grasos omega-3, ideales para cuidar el sistema cardiovascular y prevenir enfermedades cardiovasculares. Son ricas en minerales, especialmente en zinc que ayuda a potenciar la fertilidad, mejora el sistema inmunitario, cuida la piel y ayuda en la cicatrización.

Los restaurantes de moda les dedican zonas exclusivas en sus cartas y las maridan con champagne y cócteles de autor muy sofisticados. Aunque parezca una frivolité, las ostras son tendencia. Saben a mar y a ´lujo´ y son un manjar saludable y nutritivo que se come crudo. Son muchos los aficionados que prescinden de cualquier aderezo; en España, son habituales las gotas de limón. El restaurante La Bendita nos cuenta algunas curiosidades.

-Las ostras son un marisco rico en ácidos grasos omega-3, ideales para cuidar el sistema cardiovascular y prevenir enfermedades cardiovasculares. Son ricas en minerales, especialmente en zinc que ayuda a potenciar la fertilidad, mejora el sistema inmunitario, cuida la piel y ayuda en la cicatrización. Es un alimento considerado afrodisíaco, ya que el alto contenido de zinc fomenta la liberación elevada de hormonas sexuales.

-Protegen contra diferentes tipos de cáncer y son, también, ricas en hierro, muy importante para prevenir la anemia y proteger al organismo de infecciones.

También, poseen un alto contenido de potasio y magnesio, lo que reduce la presión sanguínea y aumenta la circulación en sangre y la oxigenación. Son ricas en proteínas, como la elastina, buena para la salud de la piel, previene las arrugas y la flacidez, y ayudan a tener uñas más resistentes y un cabello saludable.

Técnicamente se pueden comer ostras durante todo el año pero, la temporada principal de ostras es el otoño, cuando han tenido toda la temporada estival para ponerse jugosas.

Hay dos tipos de ostras: la portuguesa o pequeña, es delgada y pequeña, adherida en el caparazón. Tiene un sabor muy agradable y es más económica. Y ostras mairrane, grande, gorda adherida sobre un caparazón chato, exquisita y más costosa. Las ostras deben tener un aroma fresco. El líquido debe ser un poco salobre y saber “a mar”.

Un truco para comerlas es masticarlas dos veces; así, se aprovechará todo el sabor de este manjar. El alcohol que acompaña es el vino blanco tipo albariño, cava o champagne. A la altura de la copa, se coloca el bowl con un platillo, ya sea de cristal o plata, con agua tibia a la mitad con rodaja de limón y el salero y pimentero.

Por su parte, Pescaderías Coruñesas nos aportan otros datos de interés de lo más inteteresantes:

-La historia de las Ostras tiene como protagonistas a los vikingos y romanos. En la época del imperio romano, la ostra llegó a costar hasta 10 veces más que la Langosta.

-Marco Polo importó la Acuicultura de China, técnica que se aplicó a las Ostras en la ría de Eo.

-La mejor forma de comerlas es abrirlas y aspirarlas absorbiendo todo su agua y sabor de mar.

-La ostra tiene el cerebro más pequeño que los ojos.

-A excepción de la ostra plana, que cambia de sexo cada año, las otras especies son machos o hembras a lo largo de toda su vida.

-Una ostra se reproduce lanzando a la corriente millones de huevos-si es hembra-o espermatozoides-de ser macho.

Creadoras de perlas

Algunas subespecies son capaces de producir perlas en el transcurso del tiempo, que se forman a partir de partículas que se sedimentan en la ostra, formando con el tiempo una piedra preciosa; existen diferentes tipos de perla dependiendo del sedimento acumulado. En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia lustrosa llamada nácar. Cuándo un grano de arena penetra en la ostra, las células de nácar comienzan a trabajar y cubren el grano de arena con capas y más capas de nácar, para proteger el cuerpo indefenso de la ostra. Por otro lado en Japón se cultivan ostras perleras, en las que se insertan diminutos trocitos de vidrio. Entonces, la ostra, como no puede sacarlo fuera, segrega capas de nácar para envolver el objeto extraño redondeándoles las esquinas y que no le cause dolor, proceso que puede durar años.