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Leyendas

Así es la leyenda del puente marcó la historia de esta villa gallega

Una vieja construcción medieval guarda entre sus piedras la trágica leyenda del mariscal Pardo de Cela, un noble gallego ejecutado tras ser traicionado por sus enemigos

Así es la leyenda del puente marcó la historia de esta villa gallega A Mariña Lucense

En el barrio de Os Muíños, en Mondoñedo, se alza un puente de origen medieval que cambió por completo la historia de la villa. Conocido en su día como Ponte dos Ruzos, esta modesta estructura de pizarra y granito, de un solo arco de medio punto, cruzaba el río Valiñadares y servía de vía de comunicación en el Camino Real que conducía a la ciudad. La importancia de la construcción no es solo arquitectónica: este puente es el escenario de uno de los episodios más conmovedores y simbólicos de la historia de Galicia.

En el siglo XV, el Reino de Galicia atravesaba un proceso de sometimiento promovido por los Reyes Católicos, conocido como la "Doma del Reino de Galicia". En este contexto, Pedro Pardo de Cela, mariscal de Galicia y señor de la fortaleza de A Frouxeira, se convirtió en un símbolo de resistencia de la nobleza gallega frente al centralismo castellano. Tras varios años de lucha y asedio, el mariscal fue traicionado por sus criados, apresado y condenado a muerte.

El Mariscal Pardo de CelaManuel Ángel Álvarez

Su esposa, Isabel de Castro, no se rindió. Viajó hasta Castilla y logró que su prima, la reina Isabel la Católica, firmara un indulto que podía salvarle la vida. Sin embargo, cuando regresaba a Mondoñedo con el perdón real en las manos, fue interceptada en el puente por varios canónigos enviados por el obispo Fadrique de Guzmán, acérrimo enemigo del mariscal. La retuvieron deliberadamente, ganando el tiempo suficiente para que se llevara a cabo la ejecución en la plaza de la Catedral.

Imagen exterior de la Catedral de MondoñedoCatedral de Mondoñedo

Cuentan las crónicas y la tradición oral que, mientras la cabeza del mariscal rodaba por el cadalso, él aún pronunciaba las palabras "Credo, credo, credo". Y que su hijo también fue ajusticiado junto a él. Aquel acto, vivido con impotencia y horror por su esposa desde el puente, marcó para siempre la historia del lugar. Desde entonces, el hasta entonces Ponte dos Ruzos fue rebautizado por el pueblo como Ponte do Pasatempo: el puente del entretenimiento, no por alegría sino por la tragedia de haber sido el lugar donde se entretuvo a Isabel de Castro para que el indulto no llegase a tiempo.

El relato del mariscal Pardo de Cela se convirtió pronto en mito. Fue tema de romances y cantigas populares que viajaban de feria en feria, y estudiosos como Álvarez Blázquez o Antonio Meilán recogieron su historia en textos como el Cantar del Mariscal o el Romance de Pardo de Cela. Otros, como Leandro Carré Alvarellos también incluyeron esta leyenda en sus obras sobre las tradiciones gallegas.