Naturaleza

Así es la sierra gallega donde nacen el viento y la lluvia

Esta cordillera, con su relieve moderado pero contundente, representa uno de los enclaves naturales más singulares y frágiles del noroeste peninsular

Así es la sierra gallega donde nacen el viento y la lluvia
Así es la sierra gallega donde nacen el viento y la lluviaRías Altas

En la Reserva de la Biosfera Terras do Miño, la más extensa de Galicia, se encuentra la Serra do Xistral. La cordillera se extiende como una barrera natural entre la costa cantábrica y la comarca de A Terra Chá. Su punto más elevado es O Cadramón, con 1.062 metros de altitud, pero cuenta con otros montes de altitud considerable como el de A Toxiza (832 m) y A Carba (908 m). A pesar de su altitud relativamente baja, esta sierra actúa como un gran deshumidificador: las nubes del Cantábrico chocan contra sus laderas y descargan lluvias persistentes acompañadas de nieblas densas. En invierno, no es raro que el agua se transforme en nieve.

El clima ha dado forma a un paisaje dominado por extensas turberas (conocidas localmente como barreiras, marismas o lagos) y pastos encharcados donde todavía hoy pacen caballos salvajes en libertad. Estas turberas son hábitats de gran valor comunitario, exclusivos de Galicia en el conjunto del Estado, y acogen especies amenazadas como la drosera, el esfagno, narcisos raros, la árnica o musgos endémicos. El Xistral es también refugio para especies relictas como el helecho de botón y mariposas de interés europeo como la doncella de ondas. Entre los reptiles, destaca la presencia de la lagartija de turbera, que alcanza aquí el extremo suroccidental de su distribución ibérica. Y entre los grandes carnívoros, el lobo conserva en esta sierra una de sus poblaciones más importantes en Galicia.

Caballos salvajes de la Serra do Xistral
Caballos salvajes de la Serra do XistralDeputación de Lugo

A pesar de su dureza, el Xistral es un bastión de biodiversidad. Alberga aves como la alondra común, el bisbita alpino, el escribano montesino, la collalba gris, el buitre leonado y, en ocasiones, el buitre negro. En sus pinares naturalizados pueden observarse el verderón serrano y el lúgano. Las migraciones y el invierno traen consigo especies como el escribano nival o el esmerejón.

Históricamente, la ganadería extensiva fue la única actividad humana relevante, con vacas y caballos en régimen de semilibertad. En el siglo XX se intentó reforestar con pinos, aunque con resultados desiguales debido a la rudeza del clima. Hoy, el recurso más aprovechado es el viento: el Xistral alberga numerosos parques eólicos que sacan partido de su constante exposición al flujo atlántico y cantábrico.

Vacas en semilibertad
Vacas en semilibertadTurismo de Galicia

Pese a su valor natural, el Xistral es un territorio poco habitado. Las aldeas son escasas y dispersas, ubicadas en los valles bajos, donde el clima es más benigno. No obstante, este paisaje conserva huellas del pasado: dólmenes, piedras oscilantes, antiguos círculos líticos y ermitas como la de Santa Filomena en O Cadramón.

Cómo llegar

Los accesos al Xistral no son sencillos. Desde Vilalba se puede enlazar con la LU-540, desviándose hacia Muras y Ourol en dirección a O Valadouro. Desde el este, los accesos parten de Mondoñedo. Las carreteras son estrechas y montañosas, y es habitual encontrar ganado en libertad sobre el asfalto, por lo que se recomienda conducir con extrema precaución.

Esta sierra, declarada Zona de Especial Conservación (ZEC) dentro de la Red Natura 2000, se extiende a lo largo de 22.964 hectáreas por municipios como Abadín, Alfoz, Cervo, Mondoñedo, Muras, O Valadouro, Ourol, Vilalba, Xermade, Xove, Viveiro y el ayuntamiento coruñés de As Pontes de García Rodríguez. Se trata, además, del lugar de Galicia que menos horas de sol recibe al año, lo que refuerza su carácter misterioso y solitario.