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Hallazgo

Descubren en Galicia una criatura que se encoge como un acordeón y paraliza con veneno

Se trata de un nuevo género de gusano cinta hallado a 30 metros de profundidad en la Ría de Arousa y sus compuestos químicos podrían ser útiles en farmacología o agricultura ecológica

Se trata de un nuevo género de nemertino o gusano cinta. MNCN-CSIC

En las profundidades tranquilas y grises de la Ría de Arousa, donde la luz del sol se disuelve lentamente en la columna de agua y los sedimentos marinos guardan secretos otro tiempo, una criatura desconocida hasta ahora ha salido a la luz. No es grande ni llamativa, pero su rareza la convierte en un hallazgo difícil de explicar.

Se encoge como un acordeón, se desliza como un hilo y es capaz de paralizar a sus presas con una toxina. Se llama Pararosa vigarae, y ha sido descrita por un equipo científico en el que participan investigadoras del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).

Se trata de un nuevo género de nemertino o gusano cinta, un grupo de invertebrados marinos del que aún se conoce muy poco, pese a su capacidad para generar compuestos químicos que podrían ser útiles en farmacología o agricultura ecológica.

Pararosa vigarae pertenece a la familia Lineidae -la misma del gusano más largo del mundo, Lineus longissimus- y fue localizada en dos puntos de la ría, a unos 30 metros de profundidad. Su aspecto, contrayéndose hasta una quinta parte de su tamaño y formando anillos similares a los de una sanguijuela, le ha valido el apodo de “gusano acordeón”.

Análisis de ADN

Para confirmar que se trataba de una especie inédita, el equipo analizó su ADN y realizó estudios filogenéticos que permitieron constatar que no sólo era una nueva especie, sino también un nuevo género dentro de este fascinante pero poco estudiado filo animal.

Aida Verdes, investigadora del MNCN, destaca la rareza del hallazgo: “A pesar de su tamaño, sólo se ha encontrado en dos ocasiones. Esto indica que aún conocemos muy poco de la biodiversidad que habita en nuestras costas”.

Juan Junoy, investigador de la Universidad de Alcalá y también firmante del estudio, señala que este descubrimiento amplía el catálogo de especies conocidas de nemertinos, un grupo cuyos miembros marinos suelen vivir en la zona intermareal y alimentarse de pequeños crustáceos o anélidos.

El veneno que producen a través de una probóscide retráctil y proyectable les permite inmovilizar a sus presas, y algunas de esas toxinas están siendo estudiadas por su potencial terapéutico y biotecnológico.