Juicio
“Ojalá te pudras en la cárcel”: arranca en Lugo el juicio por un crimen con 47 puñaladas
El acusado, en prisión desde diciembre de 2022, confesó haber matado a la víctima tras una discusión, y su defensa alega trastorno mental y legítima defensa
Entre gritos de “asesino” y “ojalá te pudras en la cárcel”, José U. V. fue conducido este lunes al interior de la Audiencia Provincial de Lugo para responder por el asesinato de Cristina Cabo, una mujer de 42 años a la que, presuntamente, asestó 47 puñaladas en su domicilio tras una noche de fiesta.
El crimen, ocurrido en noviembre de 2022, conmocionó a la ciudad, tanto por la brutalidad del ataque como por el perfil de la víctima, muy conocida por regentar una tienda de productos ecológicos en el barrio de A Milagrosa.
El juicio, que durará tres días y será dirimido por un jurado popular, arrancó con la elección de los miembros del tribunal ciudadano y se desarrollará en sesiones de mañana y tarde hasta este miércoles, según informa el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
El Ministerio Fiscal y la acusación particular solicitan para el acusado un total de 30 años de prisión: 25 por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, y otros 5 por robo con violencia e intimidación. Además, se reclama una indemnización de 230.000 euros a favor de la familia de la víctima por daños morales.
Una noche, una discusión y 47 puñaladas
Según el relato del fiscal, el 27 de noviembre de 2022, sobre las seis de la madrugada, acusado y víctima se conocieron en una zona de copas del casco histórico de Lugo, concretamente en la Rúa Falcón. Después de compartir unas horas juntos, ambos se dirigieron al domicilio de Cristina Cabo, donde horas más tarde, en torno a las 8.00, se desencadenaron los hechos que hoy se juzgan.
Siempre según la acusación, tras una discusión en el piso, la mujer pidió al hombre que se marchara. Ante la negativa, Cristina se dirigió a la cocina a por un cuchillo. En ese momento, el acusado se lo habría arrebatado y, “sin posibilidad de que ella opusiera resistencia”, le asestó 47 puñaladas, causándole 29 heridas.
La víctima murió tras un proceso de desangrado lento y doloroso, según detalla el escrito del fiscal, que sostiene que el acusado “tenía intactas sus facultades mentales” y actuó con plena voluntad.
No conforme con lo ocurrido, el acusado habría aprovechado que la mujer yacía malherida para apropiarse de su ordenador portátil y de su bicicleta, abandonando posteriormente el domicilio. Fue detenido días después, tras ser delatado por su propia hermana, quien encontró el ordenador entre sus pertenencias.
La confesión llegó tras su detención, aunque el acusado la justificó por un supuesto estado de enajenación mental provocado por el consumo de alcohol y estupefacientes, algo que la Fiscalía niega rotundamente.
Trastorno mental y legítima defensa
En este marco, la defensa de José U. V. sostiene una versión muy distinta de los hechos. Asegura que no existió premeditación y que el acusado actuó en legítima defensa. Apoyándose en periciales, tratarán de demostrar que el acusado sufría un trastorno mental derivado del consumo de drogas y alcohol en el momento del crimen, por lo que solicitan una condena reducida de 15 años de prisión por homicidio.