Gastronomía
Salvemos a la cerveza del coronavirus
El consumo en los bares y restaurantes supone casi el 70% de las ventas de las cerveceras en España
La noticia no sé si me hizo hizo más daño en los ojos o en el estómago: “Francia desechará 10 millones de litros de cerveza, cuatro piscinas olímpicas llenas”, dijeron los Brasseurs de France. El coronavirus también se ceba con ella a través del confinamiento y el cierre de la hostelería. Según la Asociación Cerveceros de España, entidad que representa a la práctica totalidad de la producción de cerveza en España, el aumento de la venta en el canal de distribución, tiendas, grandes superficies y online sobrepasa el 30%, pero no basta para compensar la ausencia del consumo en hostelería, bares y restaurantes, que representa el 67% del total en circunstancias normales.
Y es que la llegada del coronavirus ha cambiado radicalmente los hábitos ligados al consumo de algunos alimentos, entre ellos la cerveza. Aunque todos hemos hecho el esfuerzo por seguir bebiéndola en el confinamiento, y la mayoría de nuestros amigos nos saludan con una en la mano en las vídeollamadas, son los más de 300.000 establecimientos de hostelería los que generan 344.000 puestos de trabajo y aportan al sector cervecero más de 15.500 millones de euros en los últimos años. Pero como nos explica David Castro, fundador de Cerveza La Cibeles, "el 95% de nuestros clientes han cerrado por la pandemia, y desde Cervezas La Virgen, su director de Márketing, César Pascual, asegura que muchos no puedan aguantar la situación y “se estima que cerca de un 30% de los bares de nuestro país se queden por el camino”.
Con Madrid y Barcelona a punto de entrar en Fase 1 y volver a las terrazas, y muchas de las ciudades costeras y grandes capitales en ciernes de pasar a la Fase 2, llega el momento de devolverle a la cerveza los buenos momentos que tanto añoramos para que tarde lo menos posible en recuperarse o se le irá la espuma. “La venta de cerveza ha descendido un 40% desde el inicio de la crisis, llegando al 75% en el caso de las cervezas “craft” o artesanas”, nos explica Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España. La solución, según su opinión, pasa por su apoyo “a la apertura gradual de establecimientos de restauración, siempre cumpliendo con los estándares de seguridad de cada momento”, pero más importante, si cabe, es “generar la confianza en el consumidor para que podamos volver a disfrutar de esta bebida que tanto gusta como solíamos hacerlo: en buena compañía y junto a algo de comer”.
Predicar, predicar y predicar
David González, vicepresidente de la Asociación Española de Cerveceros Artesanos Independientes (AECAI) confía en que el crecimiento que en la última década han tenido las cervezas “craft” continúe a pesar de la pandemia porque “trabajamos para igualar la cultura cervecera de España con la del resto de países de nuestro entorno, donde la cerveza es algo más que un refresco para saciar la sed”. Los retrasos del paso de fase como en los casos de Madrid y Barcelona les ha afectado muy de cerca ya que “concentran un público cosmopolita y exigente, y son los grandes mercados del sector artesano junto a las zonas turísticas costeras”. En su labor de cara a la desescalada destaca cómo asesoran a sus asociados “en temas como los ERTEs y la financiación para garantizar nuestro futuro”, y se dedican a potenciar canales alternativos para llegar al consumidor a base de “predicar, predicar y predicar” para que la gente vea la cerveza artesana como un producto “especial y de calidad”. El tamaño de las cerveceras artesanas hace que hayan podido salvarse, puesto que “el hecho de que la crisis haya comenzado en invierno nos ha permitido racionalizar nuestras producciones de cara al verano y que no vayamos a tener que destruir mucho producto; tres meses más tarde nos hubiera cogido con nuestros almacenes repletos”.
Pero, ¿está esta recuperación en consonancia con las medidas propuestas para las fases de desescalada de cara a la hostelería? Parece que sólo un 15% han abierto durante la Fase 1 de la desescalada, según la patronal. Algunos han vuelto a cerrar por el escaso negocio y la mayoría del sector prefiere esperar al menos a la Fase 3 para reabrir. “Apostamos por el criterio de la distancia física más que por el aforo”, nos confiesa Jacobo Olalla, ya que “sugerimos el aumento de aforo como medida para evitar el cierre de algunos locales; Lo importante será implementar medidas de apoyo a las empresas hosteleras, muchas de ellas pequeñas y familiares”. Y así se lo ha trasladado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, la mesa de trabajo compuesta por FIAB, AECOC y Hostelería de España, en la reciente reunión que han mantenido. Entre las medidas, incrementar la liquidez, no aumentar la imposición al consumo, liberar más tramos del ICO y de manera más ágil, aplazar alquileres y pago de impuestos o conceder microcréditos avalados por el Estado.
El maestro cervecero de La Cibeles, David Castro, es de la misma opinión: Creemos que los criterios del 30% del aforo anteriormente y ahora del 50% no son los adecuados, ya que hay muchos locales que teniendo terraza, los espacios son lo suficientemente amplios como para que haya el distanciamiento requerido sin tener que limitarlo". De ahí la falsa seguridad y la valoración de que quizá no compense abrir algunos de ellos. Y, por otro lado, “los costes que tienen los hosteleros siguen siendo los mismos que cuando tenían los locales llenos: alquileres, luz, etc...”.
Muchas marcas, una cerveza
Con esta incertidumbre de plazos a pesar de las fases y un panorama tan oscuro, no han dudado en ponerse manos a la obra. Desde La Cibeles reconocen que hay empresas que son capaces de afrontar mejor esta situación y serán capaces de “adelgazar sus estructuras de costes y sus operaciones como para que la inercia no drene todos sus recursos”. Así que se han remangado y afrontan una triple responsabilidad: “Con nuestros clientes de hostelería; hay que apoyarlos en la reapertura utilizando métodos en los que el coste de acceso a la cerveza durante las primeras semanas sea el menor posible; También ayudarlos a comunicar los mensajes de seguridad y medidas de higiene para incentivar la afluencia del consumidor”. Después, desde La Cibeles, quieren cumplir con la sociedad, “habilitando medios para que siga teniendo acceso a su cerveza mediante plataformas online o cubriendo la demanda de las grandes superficies”. Y también afrontan una responsabilidad con sus compañeros de fábrica, sus trabajadores: “la actividad decae un 95% y supone un duro golpe que tengas que irte a tu casa temporalmente; así que tomamos la decisión de complementar el salario de cada uno de los trabajadores hasta llegar al 90%”, e implementaron la rotación en los turnos reduciendo la jornada de todos al 20%.
Desde La Virgen, César Pascual, director de Márketing, nos explica que han apostado por su producto como solución al problema con el lanzamiento de 8PM, "donde todo lo recaudado se destinará a la lucha contra el Covid-19 y, de cara a sus clientes de hostelería, “hemos aplazado cobros de facturas, vamos a reponer toda la cerveza que se quedó sin vender y en cuanto abran, les daremos unas condiciones muy ventajosas para ayudar a poner en marcha de nuevo la rueda”. La incertidumbre les persigue, pero Pascual conoce las fortalezas de su sector y asegura que "somos empresas más flexibles y estamos acostumbrados a hacer de todo para seguir adelante. Veremos de aquí a un año qué ha pasado con el sector “craft”. Parece que el 2021 todavía será el año en el que les persiga el impacto de esta crisis: “Hay empresas de 1 o 2 trabajadores y marcas como Cervezas La Virgen, que tenemos más de 120 personas en plantilla”. Pero ante todo nos tranquiliza para que no lloremos por la cerveza derramada: “Es cierto que nuestras cervezas sin filtrar y sin pasteurizar son más complicadas de gestionar en esta época de cierre de bares y muchos litros se echen a perder, pero el consumidor puede estar seguro de que la cerveza que compre (al menos de Cervezas La Virgen), estará recién elaborada y embotellada”.
Respiramos tranquilos, a por la penúltima.
Destila que algo queda
Una de las iniciativas más interesantes e impensables por parte de los cerveceros es aquella que consta de la donación del alcohol resultante de la desalcoholización de la cerveza SIN para su destilación y transformación en desinfectantes. Como nos explica el director general de Cerveceros España, Jacobo Olalla, “uno de los procesos por los que se desalcoholiza la cerveza es separando el alcohol a través de la destilación, de donde se obtiene una solución hidroalcohólica. No obstante la graduación de dicha solución no es lo suficientemente alta como para fabricar desinfectantes, por lo que es necesaria una segunda destilación”.
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