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Gastronomía
Restaurantes en los que la propuesta no falla
Joaquín Felipe idea el "cocido de corral" con el pollo como protagonista mientras que Paschi y Kuoko 360 son otros dos destinos a los que viajar con paladar

Sabemos la oferta gastronómica que ofrece la capital tan apabullante, no toda merecedora de una visita, ya que, ¿cuántas veces se han topado con cartas demasiado similares en distintos espacios? Hágannos caso y reserven donde realmente merece la pena. Les cuento. Joaquín Felipe es un cocinero al que siempre, siempre, hay que seguir la pista. Por eso, lo hemos hecho y nos ha sorprendido en Atocha 107 con una curiosa interpretación del cocido en la que el pollo es el protagonista. Es decir, no esperen encontrarse, entre los majestuosos productos, chorizo ni morcilla, ni demás derivados del cerdo. Es decir, en su «cocido de corral» llama la atención un caldo denso y gelatinoso, preparado a partir de verduras de temporada, patas de pollo, carcasas de pularda y gallo, que dan lugar a una sopa sabrosa y con poca grasa. En el segundo vuelco, toman la mesa los garbanzos pedrosillanos junto al pollo de cien días, de crianza al aire libre, de Avicultura Selecta, y una pelota, con textura de paté, cocinada con los gallos usados para preparar el caldo, ideal para untar. También, destaca el pisto y el huevo frito de la misma casa, afincada junto a Los Monegros (Huesca). De postre, tarta de queso Payoyo (el menú, cuyo precio es de 35 euros incluye pan y media botella de De Palabra, cien por cien tempranillo, de Vinícola de Arganda, D.O. Vinos de Madrid. Y si hace unos días disfrutamos de los pequeños rincones peruanos del mercado de Los Mostenses, hoy colocamos en el escenario gastronómico Paschi, uno de nuestros restaurantes peruanos preferidos. Se encuentra en Pozuelo de Alarcón y, desde luego, merece mucho la pena coger la carretera de La Coruña, porque no todo se cuece en el centro de Madrid. Entre semana, es posible pedir un menú, cuyo precio es de 35 euros. Y, si opta por comer a la carta de Jonathan Ordoñez nosotros escogimos el chaufa chili crab, el buns de pollo chijaukay, la croqueta de chupe y, de postre, la tarta de lima, albahaca y maíz morado. Ojo, Diego Becerra es quien está tras la barra pisquera, así que pídale el suyo. Y hablando de chili crab, Rafa Bergamo borda una croqueta en Kuoco 360, su proyecto iluminado con un Sol Repsol, en el que sirve unas sorprendentes recetas viajeras. Entre ellas, el centollo con chile con emulsión de azafrán-oloroso y cebollino y la gamba al ajillo-thai, elaborada con una emulsión de chile fermentado-ajo, finger lime e ito-togarashi. Una explosión de sabores en combinación con unas curiosas texturas, que también nos encontramos en la presa ibérica con té lapsang souchong, mole shiitake, pico de gallo y wonton frito. El mango thai es el postre que siempre cae. Sobre todo, por la perfecta mezcla de sabores al unir la citada fruta con la ganache de chocolate blanco, granizado de maracuyá con menta y sopa de galanga. El desayuno y la merienda son comidas a las que estamos otorgando la importancia que se merecen gracias a profesionales que se preocupan por ofrecer bebidas y comidas acordes a esa franja horaria. Lo cierto es que Julián Felenbok y Mónica Iglesias ya llevan unos meses instalados en Prosperidad, en concreto en el 8 de Mantuano. Tiempo en el que Pote Café Bar se ha convertido en ese local de barrio imprescindible para socializar en la zona. Además de la tortilla de patata, poco cuajada, pero para nosotros en su punto, ya tan demandada por los comensales habituales, ofrecen un menú del día por 13,50 que es imbatible. Por último, Obrar es el nombre de otra nueva pastelería . Se encuentra en Galileo, 9 y al frente se encuentra Miguel Yeste. Nos decantamos por el croissant y el pain au chocolat.
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