«A Artur Mas le pondría un tapón en la boca»

–«El arte por delante». ¿Y qué hay por detrás?

–Lo que nos hace estar por delante: la técnica, la experiencia, la exigencia.

–En este espectáculo dirige, coreografía y baila. ¿Qué le queda por hacer?

–Ser padre por segunda vez.

–¿Es más Ángel que Rojas?

–Soy más demonio que ángel, o en todo caso, mitad y mitad.

–Su espectáculo, dice, tiene sabor a Málaga, Córdoba, Madrid... ¿Es que no hay nada para Artur Mas?

–Ja, ja, ja. Le diré la verdad: yo le pondría un tapón en la boca a Mas. Emplea el populismo para tapar lo que hace mal.

–Cuenta Joaquín Cortés que, después de una actuación en EE UU, Paul Newman se arrodilló para besarle los pies...

–Espero que los tuviera limpios.

–¿Quién le gustaría que le besara los pies?

–Nadie. Prefiero que me besen en otras partes.

–¿Y le besaría los pies a...?

–A mi padre y a mi madre.

–¿España baila al son que le tocan o...?

–Está en proceso de bailar a su propio son. No suenan las castañuelas aún.

–Dice que el cuerpo es el instrumento y el arte es el alma. ¿Y qué pasa cuando el cuerpo se cansa o se rompe?

–Cuando el cuerpo se cansa y el alma tira de él como puede, sale el arte.

–«El PP o la nada», dice la Cospedal. ¿Usted elige el PP o la nada?

–No elijo a la Cospedal, dicho sea con todo respeto. Pero entre el PP y la nada, me quedo con el PP. Mayormente porque la nada es muy poco.

–Si el tango es una pasión en horizontal que se baila en vertical, ¿qué es el flamenco?

–Una pasión circular. Es cíclico: se vuelve siempre a los inicios.

–¿Bailar bien supone especiales habilidades sexuales?

–Para nada. Se puede bailar bien y ser una catástrofe en la cama.

–¿Qué le bailaría a Rajoy en la Moncloa?

–Primero una farruca, que es austera; luego, unas chirigotas de Cádiz.

–¿Y una fusión de la muñeira con la sardana?