Suecia

Blanco Valentino

La Razón
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Los pasteles parecen estar a la orden del día en cuanto a bodas reales se refiere. Todo es comedido y romántico: los prados de verano, las peonías rosadas y blancas, las pequeñas lilas y blancos lirios han sido las inspiraciones de los dos diseñadores que se repartieron los pedazos mas generosos del pastel de boda: Valentino y Ellie Saab.

Magdalena de Suecia lució su belleza tal y como estaba previsto de forma casi protocolaria con un Valentino de 4 metros de cola y 5 de velo, realizado en organiza y chantilly, cuyo cuello barco y manga corta en transparencia cubrían un palabra de honor sofisticado y predecible al tiempo.Todo guardaba una elegante armonía. Destacaría el bajo del vestido realizado en un fabuloso volante fruncido que se desarrollaba majestuoso a lo largo de toda la cola.

Más personal fue su elección para la cena de gala: escogió un Elie Saab en color champán cuajado de bordados en paillette. Magdalena optó por unos pendientes lágrima color azul cielo que resaltaban el color de sus ojos.

Su hermana, la princesa heredera Victoria, lució espectacular en un elegantísimo vestido rosa empolvado también del libanés Ellie Saab con un impresionante trabajo de bordados sobre tul en pailete, lo que daba un efecto de veladura muy romántico, con una buena dosis de carácter y fortaleza. De igual manera salió triunfadora con su selección en la cena de gala previa a la boda.

Una de las pocas que rompió el maleficio de los colores pastel fue la Princesa Marie-Chantal de Grecia con un vestido en un vibrante rosa coral con capa a juego y una impresionante tiara. Y otras damas de la corte apostaron por vestidos más especiales y personales, como el de Christina von Schwerin, una combinación entre el vestido de princesa de libro de texto y el de cuento de Disney.

De entre los caballeros mejor vestidos, destacó el hijo menor de Nati Abascal, Luis Medina, con uno de los frac mas elegantes de la ceremonia. Muy acertado el detalle del chaleco más largo de lo habitual asomando por debajo de las solapas del frac; aunque no lo necesita, le daba mas altura y estilizaba.

El peor vestido de la boda, sin duda fue el de la acompañante siniestra de John Taylor, músico de Duran Duran, con un «look perfecto» para una noche de paseo por Gotham City junto a Batman.