Música
Carla Morrison, una estrella del pop sin complejos calóricos
La mexicana Carla Morrison siempre fue "llenita", así que esta nueva estrella del pop latinoamericano asegura que no le preocupa lo que digan de su sobrepeso en las redes sociales. "La seguridad se muestra en una sonrisa, no en la vestimenta o el tipo de cuerpo", afirma haciendo gala de esa idea.
Todo se sobrelleva mejor con dos Grammy Latinos bajo el brazo (al mejor disco de música alternativa y a la mejor canción de este estilo por "Déjenme llorar"), pero esta norteamericana que se declara "fuerte y frágil", "rebelde"y "honesta"asegura que, si pierde peso, no lo hará por los demás.
"Hago lo que quiero; si me quiero comer un pastel más o menos, lo voy a hacer. Siempre he sido llenita y he querido bajar de peso por salud. Cuando estoy de gira, intento comer más saludable y no tomo gluten, ni trigo ni lácteos, porque me he vuelto muy delicada", relata en una entrevista con Efe en Madrid, donde el próximo miércoles ofrece un concierto en el Teatro Lara.
Quienes acudan a disfrutar de su singular y delicada voz, además de sus honestas letras, comprenderán por qué Morrison se está convirtiendo en una primera figura de la música y también en un icono de la moda.
El mismo humor y la misma personalidad no sujeta a normas que exhibe en sus apariciones se plasma en su vestuario. "Me gusta vestir como soy y seguir mis propias reglas, pero en el 'show' me pongo cosas de gala, para que el público también se lleve eso, no solo la música", cuenta.
Dice que vive "más o menos ajena a las tendencias", aunque de vez en cuando les eche un ojo. Entre sus habituales para un concierto, se repiten "la lentejuela y los brillos, las cosas que parecen estrellitas".
Su amor por clásicos musicales como la cantante Patsy Cline se traslada a la ropa, que le gusta retro, de los años cuarenta a los sesenta, y en su armario atesora especialmente el vestido rojo de Naeem Khan que lució en la ceremonia de los Grammy Latinos 2012, en la que fue premiada.
No sale de casa sin tacones. "Soy norteña y no podemos ir a la tienda de la esquina sin labial y sin peinar, no puedes verte mal. Nos gusta estar guapas", cuenta entre risas, antes de recordar su sorpresa al encontrar en internet un tutorial para "maquillarse como Carla". Conociendo sus melancólicas canciones, será con cosméticos a prueba de lágrimas.
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