Famosos
Carmen Tello prepara la mantilla para la boda de su hijo
Alarde nupcial ahora que llega mayo. El martes 4, Sevilla acoge la fastuosa boda del hijo de Carmen Tello. Esta vez se casa su primogénito Fernando, heredero de los títulos y del fortunón, con propiedades andaluzas que superan a las de los Alba y con los que un día entroncaron al casarse Carlos Huéscar con Mati Solís y Tellez-Girón. Un matrimonio que se rompió porque el futuro titular de los Alba es demasiado estricto y su esposa tenía un aire hippy que dulcificaba la sobriedad del palacio de la calle Cuna. Éste cobijará la cena nupcial para 500 invitados después de que la pareja dé el «sí, quiero» en la céntrica iglesia del Salvador. La estupenda esposa de Curro Romero ya ha aireado el «pico» negro que lucirá en el enlace y que mantenía entre papeles de seda y pimienta negra (la mejor manera de conservar los encajes). Se lo pondrá sobre el Victorio Lucchino azul grisáceo que compró a Carmina, la barcelonesa entrañable del Arca de l´Avia con negocio en Baños Nuevos, donde no es difícil toparse con Gaultier o Rabanne. Cayetana ordenó desde Roma: «Sigan con mi traje por si voy, y si no, para ponérmelo luego». No se ha roto el fémur yendo a comprar cristal de Murano, sino cuando se dirigía al baño. Una mesita traicionera bailoteó y de ahí la tragedia. Las cosas en su sitio.
Mayo, mes de enlaces
El de Fernado será anticipo de otros enlaces como el de Rosa Clará, con 170 invitados, o el de Luis Sartorius y Bárbara, que se unirán el 22 en el castillo de Belmonte. Éste es propiedad de Javier, ex Soto y ahora Fiz James Stuart, padre de Mencía, ya crecido y precioso fruto de la relación entre el heredero y la hija de Vicentón Sartorius, que tanto morbo generó tras romperse su relación. La pareja ya tiene dos hijos, Vicente e Isabel, y ella anteriormente fue mujer de Emiliano Suárez, que anda en paradero desconocido. Me aseguran que atraviesa una etapa mística, lógica tras tanto despendole. Será la crisis. Aunque no se notará en este enlace celebrado a 140 kilómetros de Madrid donde la dulce Bárbara vestirá de Schlesser mientras Adriana Abascal, ex de Villalonga, lo hará de Lorenzo Caprile, quien ha heredado la exquisitez de su admirado Manolo Pertegaz. El modisto resiste en la hermosa casa de San Jaime, en las afueras de Barcelona.
En esta ciudad, la Pasarela Gaudí, o su recuerdo, acoge desde el martes un nuevo pase de tan demandado género. Abre Rosa Clará, siguiendo la estela de su reciente éxito en Miami. A sus herederas comerciales les falta el encanto de su perfecta relaciones públicas, Conchita Vilella. Rosa contrató a la novia de Fernando Alonso como estrella de su pasarela. Se trata de la rusa Dasha Kapustina, de 24 años, sustituta de Raquel del Rosario –que no vive su mejor momento musical– en el corazón del piloto. Por si fuera poco, la pasarela de los Flaqué, de quien debería aprender el «fashion week» madrileño, se enriquecerá teniendo en la primera fila de Pronovias a la sevillana Lourdes Montes, última novia de Fran Rivera. Proyectan casarse el 14 de septiembre en Ronda, por lo civil, ya que la anulación con Eugenia sigue su ritmo. Estarán cara a cara, con el mismo espíritu trincador de euros, que el torerito las enseña bien.
Para terminar, Abascal ofrece una «welcome party» en Dalt Vila para unos 150 invitados, ceremonia a las 19:00 horas en una masía de Santa Gertrudis, y lo monta Luis Galliusi, que también orna lo de Sartorius y Barbie con sus 250 invitados. «¡Hola!» tiene exclusivas para los números finales de junio, uno casi principesco. El de la mexicana con rancheras y corridos.
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