Reino Unido

De la risa al llanto

Los autores de la broma de catalina, «destrozados»

Abatidos y sin poder contener las lágrimas. Mel Greig y Michael Christian salieron ayer del ostracismo en el que se encontraban para explicar al mundo que jamás quisieron causar a nadie ningún mal. Hace una semana, tan sólo un pequeño grupo de oyentes sabía el nombre de estos dos locutores de radio australiana que, sin creerlo, consiguieron hablar con la habitación en la que Catalina de Cambridge estaba ingresada debido a molestias con su embarazo. Se convirtieron en los grandes protagonistas y lograron que su emisora 2Day FM saliera en los periódicos a ambos lados del Atlántico. Pero en tan sólo 72 horas, pasaron de héroes a villanos. Después de que la enfermera que pensó estar hablando con Isabel II y el príncipe Carlos se quitara la vida, Reino Unido los señaló directamente con el dedo acusador. Los dos cómicos desaparecieron entonces de la faz de la tierra, pero ayer decidieron dar la cara.

Interrogatorio policial

Concedieron dos entrevistas de lo más emotivas en la televisión australiana en las que explicaron que estaban totalmente destrozados. «Le he dado vueltas un millón de veces en mi cabeza. Todo lo que querría es estar con la familia de ella (Jacintha Seldanha) y abrazarlos y decirles que lo siento. Espero que se encuentren bien, de verdad», dijo Greig al programa «A Current Affair» de Channel 9. «Estamos destrozados, abatidos, desconsolados y, evidentemente, todos nuestros pensamientos están ahora con su familia y sus amigos», indicó Christian. «Sólo esperamos que reciban el amor, el apoyo y el cariño que necesitan», añadió.

Los dos presentadores, que hasta ahora habían evitado comparecer en público, explicaron que han vivido con «angustia» desde que el sábado por la mañana tuvieron conocimiento de la muerte de Seldanha. «Recuerdo que lo primero que me pregunté es: ¿era madre?», dijo Greig sin poder contener las lágrimas. «Si fuimos parte del motivo para que una persona se quitara la vida sólo puedo decir que lo siento de veras porque jamás fue nuestra intención y nunca pensamos que esto fuera acabar así. No hay un minuto que pase y no piense en su familia», añadió. «Sin duda, fue la peor llamada que he recibido en mi vida». Su compañero apuntó que «quiero recalcarles de corazón que jamás se hizo nada con malicia».

Las entrevistas a los dos presentadores fueron emitidas horas después de que Rhys Holleran, el director ejecutivo de Austereo, la sociedad propietaria de la emisora, defendiera la actuación de la cadena en un suceso que calificó como «trágico e inesperado». «Es absolutamente cierto que tratamos de contactar con el hospital King Edward VII en varias ocasiones. Les llamamos para hablar sobre lo que habíamos grabado. Intentamos contactarl no menos de seis ocasiones. Queríamos hablar con ellos del asunto antes de sacar la broma a antena», indicó Holleran, que reitera que la

emisora no infringió la ley, aunque confirmó que los locutores Greig y Michael permanecerán de baja por tiempo indefinido.

Varias empresas han retirado ya sus anuncios de la emisora, que ha cancelado el programa «Hot 30» donde se emitió la broma. El grupo Anonymous, por su parte, ha amenazado a la cadena con tomar represalias si no despide a los dos locutores. Por otra parte, tanto el programa de Channel 9 como el de Seven Network les mostraron todo su apoyo y señalaron que no era justo la caza de brujas que se había abierto contra dos personas que «lo único que querían era poner una sonrisa por la mañana a los oyentes del país». Según un sondeo publicado ayer por Sydney Daily Telegraph, el 68 por ciento asegura que es injusto culparles por la muerte de la enfermera. Con todo, ambos locutores serán interrogados por Scotland Yard como parte de la investigación que comenzará esta semana para esclarecer las causas de la muerte de Saldanha.