Casas reales
Un francés pide por tercera vez el ADN a Isabel II por ser nieto ilegítimo de Eduardo VIII
Francois Graftieaux insiste en que es nieto del rey Eduardo VIII, cuando todavía era Príncipe de Gales
Francois Graftieaux está convencido de su ascendencia real. Este hotelero francés de 73 años dice que nació fruto de una relación amorosa entre el entonces Príncipe de Gales, luego Eduardo VIII, y su abuela Marie-Leonie Graftieaux, una costurera francesa
Francois Graftieaux está convencido de su ascendencia real. Este hotelero francés de 73 años dice que nació fruto de una relación amorosa entre el entonces Príncipe de Gales, luego Eduardo VIII, y su abuela Marie-Leonie Graftieaux, una costurera francesa. Eso le convertiría en heredero al trono de Inglaterra por sangre. Su lucha se centra ahora en demostrarlo.
Y es que la intención de Graftieaux estos últimos años es la de conseguir una muestra de ADN de la Reina de Inglaterra, que ya ha pedido en dos ocasiones. Trabajo nada fácil, ya que, según la ley inglesa, la familia real británica no puede ser procesada bajo la ley penal, ni demandada en los tribunales civiles. Ahora Francois cree que puede entablar una acción civil contra el propio Palacio de Buckingham, “cuartel general administrativo” de la Reina Isabel II.
Según el hostelero, Eduardo, Príncipe de Gales, visitó París en 1912 y en 1914 después del comienzo de la Primera Guerra Mundial. Él y la abuela de Francois se debieron conocer en Luna Mark, un parque de atracciones a las afueras de la capital. A partir de los diarios de su abuela, que cubrieron los años 1912 a 1918, se enteró de que ella pasaba allí los domingos regularmente con su ferrocarril de regreso y su salón de baile. En 1915, Marie-Leonie estaba embarazada y el heredero a la corona dio por terminada la relación, según cuenta este hostelero en el libro “El hombre que debería haber sido rey” (2016). Los últimos 15 años Francois Graftieaux los ha dedicado a indagar sobre Eduardo VIII, obligado a abdicar al casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson. Una vieja conocida le puso sobre la pista cuando le preguntó por su parecido con el duque de Windsor, título de Eduardo tras perder la corona. Cuando cumplió 50 años empezó a interesarse por sus orígenes. ““Me resultó vital descubrir quién era el padre de mi padre”, dice en el libro. Al buscar en las oficinas de registros familiares en París, descubrió que su abuela no había declarado el nombre del padre en el certificado de nacimiento del niño.
En 2004 y tras convencerse de la identidad de su abuelo, escribió al Palacio de Buckingham, pero no recibió respuesta de la reina, pero el Príncipe Carlos envió una respuesta. No quiere riquezas, ni tierras ni títulos, pero sí que su abuela sea inscrita en los libros de historia y se descubra la otra línea de sucesión, que según Francois, fue silenciada con dinero. Cuando nació Francois, su madre recibió un misterioso regalo: un brazalete de diamantes y “cadenas” de Van Cleef & Arpels diseñado por el duque de Windsor. El duque creó la joya de platino y diamantes con un reloj discretamente oculto para que Wallis Simpson pudiera decir la hora en las funciones sin parecer grosero a los invitados. El padre del Graftieaux no tenía los medios para ofrecerle a su esposa tal regalo...
Esta semana, Francois, que ahora vive en Portugal, escribió al Palacio de Buckingham por tercera vez para pedir ayuda.
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