Casas reales

El veto de la corona holandesa a la Prensa española

El veto de la corona holandesa a la Prensa española
El veto de la corona holandesa a la Prensa españolalarazon

Será que todavía está presente el fantasma del Duque de Alba, que aterrizó en los Países Bajos –en aquel momento eran una colonia española– en la época de Felipe II. De otra forma no se entiende el porqué de que los medios de comunicación españoles hayan sido vetados, dadas las óptimas relaciones que existen entre dos países tan opuestos. España es de los principales centros vacacionales para los holandeses y nosotros cada día visitamos más aquellos restos de nuestro perdido y extinguido poderío, del que sólo quedan grandiosos recuerdos. Por eso hay pasmo, cabreo e indignación ante el desaire que supone ver vetada la asistencia de nuestros 30 medios informativos a la entronización el martes, en la que la argentina Máxima se convertirá en soberana como algún día sucederá en España con Letizia o en Gran Bretaña con Kate Middleton. Las coronas se ciñen a plebeyas, lo que supone un reflejo de los tiempos modernos y de cómo evolucionan las monarquías. Fruto de este modernismo, Guillermo se adelantó en casarse «por amor», algo que no estaba bien visto en aquel momento. ¡Cuántos compromisos se celebraron sin que los cónyuges se hubieran visto ni una vez! Eran unos protocolos inhumanos y, ¿quién puede resistirse al amor verdadero hoy en día?

Tan sólo Efe, como agencia estatal, y TVE, que no está en su mejor momento de audiencia pero aun así la consideran la cadena oficial, cubrirán la ceremonia –se supone que rompedora como lo fue la boda de los nuevos monarcas holandeses–. Yo en Ámsterdam tengo un hotel de referencia, el Krasnapolsky, en la plaza Dam. Pertenece a la cadena NH y su gemelo en Valencia me sirvió de solaz, de refugio y de vivienda durante los ocho años de «Tómbola». Júbilo holandés dentro de su gran desorden. Porque los Orange nunca nos quisieron y así lo refrenda María Teresa Álvarez en su última biografía sobre la «Reina Gobernadora», hermanastra de Carlos V, quien fue el fruto de un adulterio, igual que Juan de Austria. Era un momento en el que en Flandes no se ponía el sol, aunque seguro que el martes éste relucirá quizá tan sólo en las joyas de los invitados. Será un alarde de collares y diademas, ya que ni siquiera la reina Isabel posee una colección de tiaras comparables a las que ostenta la corona holandesa. Empequeñecen a las españolas, aun siendo éstas de Ansorena y Cartier. Las revistas adelantarán su salida al miércoles para captar más compradores y servir la noticia puntualmente, aunque no manden enviados especiales y tengan que utilizar material de agencias.