Contra las cuerdas
Marisa Martín Blázquez miente y no llegó virgen al matrimonio: las pruebas
Antonio Montero y su mujer dan mucha importancia a esto. Una amiga les ha traicionado para narrar por qué tenía que cambiar las sábanas tras su visita
Marisa Martín Blázquez y Antonio Montero son un matrimonio de éxito en los platós de Telecinco, donde se desarrollan profesionalmente. También como pareja. Y es que desde hace un tiempo han querido abrir cada vez más ventanas a su intimidad hablando de ellos más allá de su faceta periodística. Así lo hizo él hace unos días en un podcast, entrando en cuestiones que a muchos les parecería de lo más privado. Él no tuvo reparo alguno de hablar sobre el sexo en su matrimonio y la posibilidad de abrir la relación a terceras personas. De paso, lo importante que era para ambos ser vírgenes antes de jurarse amor eterno e intercambiarse alianzas ante los ojos de Dios.
Mentían. Al menos así se ha señalado este mismo lunes en ‘TardeAR’, denunciando que sus propios colaboradores no han dicho del todo la verdad. Han querido llevar al programa de las tardes de Telecinco el testimonio de una compañera de universidad de ambos, que formaba parte de su grupo de amigos con los que salía y compartía pupitre. Esa persona que era de total confianza para ellos pues, como así ha sentenciado ella, los encuentros sexuales tenían lugar en su propia casa cuando aún no eran marido y mujer.
La traición de una amiga de Marisa Martín Blázquez
La periodista, al valorar las declaraciones de su marido en el podcast, recalcó que era virgen y pura cuando vistió de blanco. Para ellos era muy importante respetar esto. No es lo que dice una amiga suya de la universidad, Carmen Montes, como así ha tenido que escuchar en pleno directo. “Están contando el cuento de Caperucita. Se acostaban en mi casa”, sentencia la excompañera de Periodismo. Esa a quien le entra la risa floja al escuchar la pureza de la que presumen en público, cuando ella ha sido testigo de sus apasionados inicios.
La amiga que ha decidido traicionarles para dejarles como mentirosos le parece todo esto “ridículo”. El hecho de que llegasen a la edad adulta sin practicar sexo le hace “gracia”, pero la idea de que subrayen su importancia cuando no cumplieron con lo prometido le sobrepasa. De ahí que haya querido romper su silencio ahora. Narra cómo la pareja iba a su casa de Santiago Bernabéu a estudiar toda la noche. No eran los únicos, pero sí los primeros en irse a dormir a la habitación de su hermano con la excusa de estar muy cansados. Ahí sucedían cosas.
“Estaba clarísimo y lo sabíamos el otro chico y yo que nos quedábamos, a lo que iban al dormitorio, porque sabían que en mi casa no estaban mis padres, no había nadie”. Es más, tan rotunda está Carmen, que mantiene que ni Marisa Martín Blázquez, ni Antonio Montero, “ni ellos, ni nosotros, ni ninguno… ¿quién se va a comer que con 19 o 20 años eran vírgenes?”. Podría darse el caso, no serían los primeros ni serán los últimos. Sin embargo, hay pruebas. Bueno, las hubo y se limpiaron, pues mantiene que “yo cambiaba las sábanas, la manta y todo” al día siguiente y sabía que ahí se había triunfado y no tanto con lo estudiado, sino con lo puesto en práctica.