–«Si supiera cantar me salvaría. El crítico». ¿Hubiera preferido ser cantante?
–No. He cantado opereta, pero no canto muy bien.
–¿Odia a los críticos de teatro?
–No. El crítico es un espectador privilegiado que ve más cosas que los demás, se supone. Hay rangos.
–John Osborne dijo: «Preguntarle a un autor qué piensa de los críticos es como preguntarle a una farola qué opina de los perros».
–Es ingenioso. Y al ingenio se le perdona todo.
–Usted interpreta al crítico. ¿Sería un buen crítico de...?
–Un día comí con un crítico gastronómico importante y me dio la comida. Ejerzo la crítica en privado.
–Tendrá ganas de poner a parir a alguien, eso es humano. Dígame.
–A los que aprovechando el anonimato insultan a los demás en la red.
–¿Diría que éste es un país crítico?
–Falta autocrítica arriba y abajo.
–¿Sería tan amable de hablar mal de usted un poco?
–Eso lo dejo a los demás.
–De lo que nos pasa ahora, ¿qué merece peor crítica?
–El futuro desolador que dejamos a los jóvenes.
–Dice Mayorga que el teatro enmienda al mundo. A mí me parece que el mundo se enmienda poco...
–Yo creo que sí. Vamos a mejor siempre, pese a los malos momentos.
–Quéjese de algo, hombre.
–El teatro ha perdido un millón de espectadores en un año por el IVA y la crisis. Hay que defender la cultura.
–Mas y ERC preparan la declaración de independencia. ¿Partidario?
–No soy independentista, pero hay que arreglar lo que se ha hecho mal en Cataluña.
–Se declara independiente y dice que ese término no le gusta a nadie...
–Ni a los demás independientes. Soy independiente de pensamiento.
–Lo difícil es serlo también de palabra y obra.