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La ex de Rivera le presentó a Malú

El líder de Ciudadanos pasó de ser un fan a despejar su agenda para librar en los últimos conciertos de la cantante, mientras la piropeaba en las redes.

La ex de Rivera le presentó a Malú
La ex de Rivera le presentó a Malúlarazon

El líder de Ciudadanos pasó de ser un fan a despejar su agenda para librar en los últimos conciertos de la cantante, mientras la piropeaba en las redes.

«Qué suerte tenemos los españoles de contar entre nosotros con una artista y una mujer del talento, el arte, la sensibilidad y la energía de Malú. Su nuevo espectáculo es de lo más completo que se puede ver en la música nacional e internacional, de verdad, ¡no os lo perdáis!». El pasado 14 de noviembre, Albert Rivera tiraba de instagram para destapar su admiración por María Lucía Sánchez Benítez, Malú. Dos meses después, descubrimos que era más que profesional. San Valentín, militante del amor, hacía su trabajo reuniendo el 14 de febrero con nocturnidad al líder de Ciudadanos y a la cantante, y la revista «Semana» el suyo desvelando la velada más romántica del, hasta ese momento, desconocido dúo. La publicación les presentaba como «Más que amigos» el miércoles día 20, amparados en unas instantáneas que daban para pensar mucho más, pues Malú había llegado de noche en el coche oficial del político al domicilio de Rivera en Pozuelo (Madrid) y se le hizo de día, para alborozo de los paparazzi que les hacían guardia. «Bomba rosa», «Romance sorpresa», «Sorprendente amistad». Las redacciones y las reacciones desbordaban calificativos al tiempo que se preguntaban «¿desde cuándo?», ya que, al menos hasta el pasado noviembre –como subrayaron en el partido de Rivera, que ahora «no confirma asuntos personales»–, Beatriz Tajuelo había sido la otra mitad del líder naranja. Asimismo, en las redes, el electorado propio y ajeno a Albert se apresuraba con los memes, mientras a la cantante madrileña, aspirante por sorpresa a primera dama a lo Carla Bruni –la esposa del ex presidente francés Nicolás Sarkozy–, varios fans la sometían a una dolorosa moción de censura. «Qué poco gusto tienes», «te va a perjudicar en tu carrera», le espetaban unos en twitter; otros, hasta colgaban un vídeo arrojando su CD a la basura. «Demasiado ego, muerden las miradas y me estoy rompiendo, porque pesan toneladas. Quiero el poder de desaparecer». El pegadizo «Ser invisible» de Malú se hacía más carne que nunca en la sobrina de Paco de Lucía, que jamás había estado tan desaparecida y al tiempo tan presente en los medios. Ni un tuit, ni una foto, ni una declaración desde la noche de autos. A Rivera, sin embargo, el previsible «¿confirma su relación con...? le pill saliendo de la sesión de control del Congreso, en la que Pedro Sánchez le acababa de llamar «chaquetero». Una sonrisa y un caminar apresurado fue el único «feedback» que se llevaron a casa los hambrientos reporteros asfálticos. «Ninguno de los dos hablará de esto», certificaba el periodista Albert Castillón, cercano a Rivera en «Espejo Público», por si alguien albergaba esperanzas. Pese a este mutis por el foro del tándem y su entorno, seis días después del tsunami muchos de los interrogantes tienen respuesta. ¿Cuándo arranca esta historia entre el político y la madrileña? La primera imagen de Albert en un concierto de Malú data del 23 de diciembre de 2016 en Barcelona, donde fue fotografiado en la zona VIP. Un año antes, en el verano de 2015, el líder de la formación naranja había conocido a Miguel Poveda, íntimo de la cantante y también suyo desde aquella fecha. Tanto es así que Beatriz Tajuelo, la ex azafata de Air Nostrum con la que Rivera llevaba ya un año, dejó su trabajo para formar parte del equipo de producción y comunicación del genio de Badalona. ¿Quién les presentó? Al parecer, fue la propia Tajuelo la que ejerció de Celestina entre su novio y la cantante, allá por las Navidades de 2017 en casa de Pablo López. Por aquel entonces, los interminables directos de «La voz», donde también participaba Malú, solían rematarse en la casa del intérprete de «Tu enemigo» y allí se daban cita desde Poveda, con el que ella trabajaba, hasta el actor Fernando Tejero, pasando por el trío implicado en este vodevil. ¿Cuándo pasó Rivera de ser un fan a algo más? El primer «me gusta» de Albert a Malú en la redes sociales fue el pasado 6 de mayo, con motivo de la celebración del Día de la Madre. La madrileña sacaba a la luz una foto con la suya y de paso felicitaba a todas las demás. Tras éste, un rosario de likes, –siempre de él hacia ella–, que desembocaron en lo que algunos interpretan ya como una declaración de amor, la del 14 de diciembre tras el concierto en el Wizink Center. Ahora sabemos que, tres semanas antes de estos piropos con publicidad, el 20 de noviembre, Albert y Beatriz habían puesto fin a un noviazgo con duración de legislatura, cuatro años.Algunos aseguran que incluso habrían protagonizado una discusión, tras la que ella abandonó la casa que ahora frecuenta la artista.

Un flechazo y puyas en la web

A partir de esa fecha, el líder de Ciudadanos despejó de su agenda cualquier compromiso que coincidiera con los conciertos de «Oxígeno Tour» de Malú, celebrados el 23 de noviembre (Barcelona), 24 de noviembre (Zaragoza) y 14 y 15 de diciembre (Madrid). Además, confirmó su presencia en dos fiestas que Alejandro Sanz, mentor de la artista, habría organizado en su casa, ubicada en La Finca. De hecho, en una de ellas, la del 50 cumpleaños del intérprete de «Y si fuera ella» el 18 de diciembre, algunos testigos vieron a la pareja cogida de la mano. Tres semanas después, el 8 de enero, el partido de Rivera le confirmaba como soltero de oro, después de que las revistas ratificaran su ruptura con Beatriz. ¿Tienen Albert y Malú planes de futuro? El político está «ilusionado y desbordado», según asegura su entorno, que vive con preocupación la existencia de otras fotos, mucho más cariñosas, que de momento están guardadas en un cajón. A Malú, sin pareja desde que no cuajó lo suyo con Gonzalo Miró, con el que salió entre 2015 y 2018, este flechazo la ha pillado recuperándose de una operación de menisco –que la tiene con muletas y sin poder actuar–, y Albert ha sido un gran apoyo, sobre todo teniendo en cuenta que a la cantante le gustan los hombres galantes «que me lleven el desayuno a la cama y me masajeen los pies», como confesó en «El hormiguero». ¿Cómo se ha tomado el romance la ex de Rivera? Oficialmente, silencio. En las redes, dos puyas en forma de tuit: «La vida no te enseña a ser fuerte, te obliga a serlo», reza una. En la otra, se hace eco de una frase de Alejandro Sanz, testigo del idilio: «Nunca es tarde para aprender. Señora vida, ¿en qué pupitre me siento?». Podría decirse que tiene el «corazón partío».