Londres
La falsa boda de Marisa Jara
Los papeles oficiales del matrimonio entre la modelo y Manuel Vittorio se firmaron posteriormente a su exclusiva en «¡Hola!»
¿Me caso o no me caso? Me separo: ¿sí o no? De entrada, para resolver este sudoku que les planteamos y evitar que se líe quien haya comenzado a leer estas líneas, debemos decirle que la protagonista de esta duda casi «shakesperiana» es Marisa Jara. Una mujer que, desde que se dio a conocer en el mundo de la moda y del espectáculo, ha provocado numerosos sobresaltos en las redacciones de las revistas «del cuore». Y más concretamente, en las últimas semanas, con un acontecimiento que ha dejado perplejo a más de uno por lo inesperado: su posible separación de su segundo marido, Manuel Vittorio, un joven anticuario gitano, con el que aún no ha celebrado siquiera su primer aniversario de boda. Una ruptura que ella ha desmentido en su última aparición pública con un rotundo «No me he separado, es totalmente mentira; estoy feliz y contenta desde el día que me casé». Sin embargo, fuentes cercanas a la pareja aseguran que la modelo y su marido se encuentran en estos momentos distanciados y que, dicho distanciamiento se debe al parecer a una posible falta de confianza de la modelo sevillana en su pareja, lo cual podría haberle llevado a tomar la decisión de darse un periodo de reflexión para romper o no definitivamente.
¿Realidad o ficción?
Una teoría rebatida por otras fuentes, que aseguran que dicha ruptura podría tratarse de un montaje más de la pareja, como el que, en su día, hicieron con su boda. Según ha podido averiguar LA RAZÓN, las prisas de Marisa Jara y de Manuel Vittorio por casarse y, sobre todo, por cobrar la exclusiva, les llevaron a darse el «sí, quiero» acompañados por sus más allegados pero no por su seres más queridos. Un enlace que, tal y como habían anunciado en una entrevista, tenían previsto celebrar durante un crucero por Italia y que, tras verse obligados a cancelar sus planes iniciales, finalmente celebraron, tras seis meses de noviazgo, en el hotel Los Enebrales de Almorox (Toledo) el 18 de julio de 2012, alejados de los focos y los medios de comunicación. Nada que ver con su primer matrimonio con el empresario mexicano Vicente Gómez Escribano –«Chente», para todos–, celebrado en la isla de Ibiza por todo lo alto y con la presencia de sus familiares y numerosos rostros conocidos de la sociedad y el mundo del espectáculo. Nada se sabe de la ceremonia, recogida en su día en exclusiva también en «¡Hola!», aunque, según hemos podido saber, la pareja celebró en su momento una boda sin papeles que se vieron obligados a firmar y presentar en el Registro Civil dos meses después para cobrar la exclusiva de una ceremonia que, tal y como aseguraban, tenían previsto celebrar más adelante por la Iglesia y ya con la presencia de todos sus familiares. Si ahora sorprenden los fuertes rumores de ruptura –los cuáles parece que la modelo se ha empeñado en desmentir bruscamente–, no menos sorprendió la noticia de su noviazgo, dado que meses antes de que se hiciera público hubo un amago de reconciliación con su exmarido Chente Escribano, en agosto del 2011. Cuatro meses después, en febrero de 2012, Marisa volvía a sorprender anunciando que estaba enamorada y, poco después, se casaba sin la presencia, como decíamos, de sus respectivos padres, que parecían olerse el percal. ¿Están o no casados? Ésa es ya otra cuestión.
Una modelo que quiere ser empresaria
Marisa Jara, modelo internacional y actriz en Italia, se enfrenta ahora a un nuevo reto, el de sacar adelante su propia firma de joyería, «Jadejara». «Todas las piezas son una rica mezcla de influencias de mis viajes como modelo, los cuales me han aportado la inspiración para diseñar una línea glamourosa y muy ''cool'' y en la que he puesto auténtica pasión para diseñar y hacer artesanalmente cada uno de mis modelos, que respiran alma de ''glamour'', lujo, extravagancia, novedad y elegancia», nos dice a la hora de hablar de su primera colección, cuyas originales piezas ya se pueden ver y comprar en su página web oficial.
UNA COMPLICADA VIDA SENTIMENTAL
Dicen que no hay mal que cien años dure, pero parece como si el destino le estuviera jugando una mala pasada a Marisa Jara, a quién le está costando encontrar a su amor definitivo aunque asegure estar felizmente casada con Manuel Vittorio. Ella nos regala siempre la mejor de sus sonrisas, pero su historia bien podría formar parte de un serial que podría titularse «Novia a la fuga». Su amor con Manu Tenorio era de los que prometía, pero el noviazgo no pudo quedar ni siquiera convertido en una amistad. Después han venido otros romances: con el bailaor Joaquín Cortés y, tras su ruptura con su primer marido, con el excomponente de «Mecano», que según dicen, fue un tonteo sin importancia porque ambos coincidieron una etapa en Londres.
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