Lifestyle
De lo casual a lo formal
TOMÁS GÓMEZ, Secretario General del Partido Socialista de Madrid
Ya sabemos que la imagen de un político es fundamental; dependiendo de su estilo a la hora de vestirse, puede transmitir confianza, liderazgo, distanciamiento, cercanía, discreción o atrevimiento, incluso algunos de ellos van evolucionando su estilo desde el sport, de cazadora y camisa abierta cercano al pueblo, hacia un cambio más serio que genere mayor confianza y liderazgo con traje oscuro, camisa blanca y corbata. Éste es el caso de Tomás Gómez.
En constante evolución
El que fue definido en el pasado como el look más «rockero» del PSOE ha ido reconvirtiendo su imagen hacia el lado más clásico y sobrio de la política, una decisión causada por la necesidad de ir adquiriendo mayores responsabilidades políticas.
Por dentro y por fuera
Hace buen uso de la vestimenta sport, su buena percha le permite atreverse con alguna que otra prenda más especial, poco utilizada por el mundo de la política, como es «el trench» o «la trenka», lo que mantiene esa imagen juvenil que tanto le favorece.
Su estilo
En sus comienzos, era poco amigo del traje y la corbata, pero poco a poco hemos visto como sus gustos, o quizá su voluntad de obligación le han hecho reflexionar sobre la necesidad de un cambio hacia una línea sobria y clásica. Hemos pasado de tener una imagen de un Tomás Gómez juvenil, algo atrevido y desenfadado, a uno maduro y formal.
Mi consejo
Le animaría a completar sus trajes con algún que otro detalle que le diera cierto carácter de elegancia y sofisticación, su físico lo permite y aportaría distinción a un look masculino demasiado homogéneo. Unos gemelos con un diseño especial, un «pocket square» o pañuelo de bolsillo para la solapa de la chaqueta sería idóneo.
Necesita mejorar; por Marta Boira
Debería blanquear sus dientes
Físicamente, no podemos ponerle muchas pegas al señor Gómez. Se mantiene en forma, y su rostro no presenta deterioro importante. Pero como estamos aquí para mejorarle, vamos a darle el diez con un blanqueamiento dental.
Seguramente los últimos acontecimientos le han hecho fumar más de la cuenta, vicio que termina por amarillear los dientes. Solución: lo último en blanqueamientos, un sistema ya implantado en Inglaterra, Francia y EEUU que aterriza en España (www.divininavanidad.es). Se trata de un tratamiento indoloro, seguro y eficaz que no daña el esmalte ni produce sensibilidad. En tan sólo 30 minutos y por aproximadamente 69 euros, pueden reducirse de dos a ocho tonos de blanco con este tratamiento que se realiza a partir de un gel 100% libre de peróxido. Éste se activa a través de una lámpara de última generación de Led, devolviendo una sonrisa resplandeciente.
A diferencia del blanqueamiento dental en un dentista, el tratamiento cosmético no tiene que ser aplicado por personal sanitario y se realiza sobre el esmalte del diente por lo que no produce efectos secundarios y no necesita «barrera gingival». Cuesta 69 euros en www.divininavanidad.es.
Gestos delatores; por Valvanuz Sánchez de Amoraga
Sonrisa dialogante
La estatua de Tomás Gómez es erguida y firme, la de un hombre que tiene confianza en sí mismo y una alta autoestima. Sin embargo, sus movimientos no son comedidos, lo que refleja autocontrol y mesura. Tiene ligeramente adelantado el hombro derecho, signo de que carga una gran responsabilidad que le puede sobrecoger.
Sus sonrisas son amplias y francas, lo que le ayuda a acercarse a las personas, pero si se siente preocupado presiona los labios reflejando su tensión. Esas sonrisas nos hablan de facilidad de trato; no le agradan los enfrentamientos directos y aboga por el dialogo.
Mira de frente – valor y capacidad para afrontar los problemas–, aunque, si atendemos a la velocidad y el ritmo del discurso, descubrimos que no toma decisiones de forma precipitada. Además prioriza el lado de derecho, tendencia que siguen personas lógicas y racionales.
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