Suiza
De pasmada a indignada
Yo no sé si a ustedes les pasa, pero hay días en que siento un enorme vértigo y confusión al leer los disparates de la Justicia en mi país. Hay días como hoy en que muchos ciudadanos nos sentimos amenazados, tenemos sensación de desamparo y miedo. Sí, miedo, mucho más miedo que ayer, porque violadores, asesinos en serie, etarras, han salido a la calle. Y por si esto fuese poco, piden indemnizaciones; lo peor de todo es que se las darán, y también un pisito frente al mar por asesinar a una adolescente... ¿Pero esto se puede aguantar? No, no se debe. Los etarras, asesinos deleznables por una causa según ellos política, no volverán a matar, pero el resto son psicópatas sin posibilidad alguna de reinserción. Y sigo estupefacta porque el fiscal Pedro Horrach, en vísperas de la imputación de la Infanta Cristina, adelantándose al juez y al informe de Hacienda, presenta un escrito preventivo diciendo que no ve «el más leve indicio de delito». ¿Cómo se les queda la cara? A mí, de pasmada que va evolucionando a indignada... Tremendo agravio comparativo con el resto de españoles; yo me pido (a los Reyes Magos) defraudar al fisco y un exilio dorado en Suiza y la seguridad por los sufridos «curritos» españoles, a ver qué pasa... Igual tengo suerte.
Pero como no tengo muchas posibilidades de que esto suceda, trabajo sin parar y me lo monto como si viviese en un país limpio (a punto estamos en Madrid de ser sepultados por la suciedad), maravilloso y seguro. Así que decido ir con una amiga a ver lo que «pillo» en H&M de la colección cápsula de Isabel Marant (preciosas prendas a precios para economía de crisis): nos lanzamos como locas arramplando con todo lo que estaba a nuestro paso, y en diez minutos, colección desaparecida, ni una prenda. Yo llegué a casa con dos bolsas enormes de ropa... ¡Esto se llama compra compulsiva, creo que es un síndrome que ataca principalmente a las mujeres y produce subidón de adrenalina, que falta nos hace!
El jueves, Duarte Falcó y Álvaro Ortega, dos jóvenes comprometidos, presentaron su asociación contra el aborto y el vídeo que grabé con ellos. ¡Tenemos que defender el derecho a nacer! El mismo día, la firma Ralph Lauren organizó una cena para recaudar fondos para la Asociacion Española Contra el Cáncer. Fue en el emblemático, el Casino de Madrid, siempre dedicado a eventos de sociedad, como sus maravillosos bailes de Carnaval. La fiesta no pudo ser más elegante, no sólo por lo maravillosamente vestidos que estaban los invitados sino también por el buen gusto de la decoración. Impactante la iluminación que nos hacía soñar con imágenes de Barry Lindon y esas fiestas en los palacios barrocos del XVIII. Y así, con ensoñaciones y belleza, quiero encerrarme en mi propia cápsula para no ver lo que ocurre a mi alrededor y despertar el lunes en un Madrid limpio y renovado...
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