Tiñamos la vida de rosa

Hoy celebramos el día mundial del cáncer de mama, una plaga que asola a las mujeres y también, aunque en menor número, a los hombres. Todos debemos tomar conciencia de que la única forma de luchar contra él es el diagnóstico precoz y unos buenos hábitos de vida y, sobre todo, de alimentación. Esta semana teñiremos nuestra vida de rosa para mostrar nuestro apoyo a quienes padecen la enfermedad y para recordar a quienes ya no están por su culpa. Ayer tuvo lugar un precioso acto solidario, patrocinado por Swarovsky y la revista «Yo Dona», en el casino de Madrid, que acogió un concierto de Malú, en el que también participaron Juan Peña, Nena Daconte y Leire Martínez, de La Oreja de Van Gogh. Nuestro país es muy solidario con las causas sociales y, a veces, contrasta con la falta de escrúpulos de algunos políticos a la hora de gastarse el dinero de los ciudadanos en su propio beneficio. Crear asociaciones sin ánimo de lucro para ayudar a discapacitados, caso de Urdangarín, y con los fondos que nos ha choriceado, irse de Safari y llevar una vida a todo tren con su mujer, quien, al parecer, no sabía lo que hacía cuando se iba de compras sin parar y firmaba todo lo que le ponían delante con cargo a esa sociedad. Por otra parte, mi semana social empezó con un almuerzo familiar para celebrar que mi adorada sobrina Carla, que vive en Canadá, había llegado esa misma mañana para pasar unos días con nosotros. Imaginad los abrazos y las risas. La alegría de estar juntas fue tal, que nos quitábamos la palabra la una a la otra. Además, acudí esta semana a un almuerzo en el Hotel Ritz invitada por el Sha Wellness Clinic, en Altea, un lugar perfecto para desconectar y dejar que nuestro cuerpo y nuestra mente entren en otra dimensión, ayudados por profesionales que nos enseñarán a cuidarnos a través de la alimentación. «Somos lo que comemos», siempre lo he tenido clarísimo. Soy macrobiótica y les aseguro que mi salud y mi energía son envidiables. En el Sha se sentirán arropados por la familia Bataller.

Los viernes llego siempre para tirarme a los leones, tanto zascandilear es lo que tiene. El miércoles estuve en el Mercado de la Cebada, que ha sufrido una colorista transformación de la mano de varios artistas, y el jueves, además de formar parte del jurado, presidido por Elio Berhanyer, amadriné el acto de entrega del premio al mejor diseñador joven de la Comunidad de Madrid, cuyo ganador competirá a nivel nacional. Vimos de todo, pero detrás de cada desfile se percibía la gran ilusión de los participantes, quienes diseñan, cortan y cosen sus trajes. Les deseo suerte en su nada fácil camino por el mundo del diseño y la moda.