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La Toya: «Mi sobrina Paris está mejor y bien cuidada»

Habla de su hermano y su familia en una entrevista para LA RAZÓN

La Toya: «Mi sobrina Paris está mejor y bien cuidada»
La Toya: «Mi sobrina Paris está mejor y bien cuidada»larazon

Sólo uno de ellos llegó a ser «rey», pero todos han sabido entender que su apellido es un reclamo lo suficientemente atractivo como para ejercer de consortes de la leyenda del pop. A pesar de que el agravio comparativo los ha condenado a vivir artísticamente a la sombra de Michael Jackson, todos han conocido los favores de la fama –el éxito es ya otra cosa– y han podido reivindicar una carrera con voz y nombre propios. Por eso, aunque a este lado del charco pocos identifiquen a La Toya como la intérprete de hits como «Don't Want You No More», pertenecer al clan Jackson le otorga el poder de despertar expectación con su sola presencia. «Desconozco lo que es estar al otro lado. Crecí acostumbrada a que el público viese imágenes mías, ésa ha sido mi vida», confiesa la hermana del «rey del pop» a LA RAZÓN. Para La Toya, la fama no ha sido un destello fugaz sino una constante a la que se ha acomodado con la naturalidad de quien desconoce otro hábitat más allá del foco mediático. Consciente de lo que ella y su familia representan para muchos de sus seguidores, la cantante no ha dudado en visitar España para asistir hoy al programa de Telecinco «Hay una cosa que te quiero decir» y darle una sorpresa a una de las fans de «Jacko», que está pasando por un momento personal complicado. «Me encanta la energía que transmiten los españoles, no sé si será por la siesta», bromea la artista, que ya visitó nuestro país en varias ocasiones –en una de las últimas pudo vestirse de flamenca en Sevilla y conocer a la Duquesa de Alba–. El humor es un recurso frecuente en La Toya, especialmente cuando recuerda anécdotas de su infancia. «Cuando iba a la escuela, yo les decía a mis hermanos que actuasen como si no me conociesen de nada, pero las chicas me preguntaban cuál era el Jackson que más me gustaba y no sabía qué decir...», comenta riéndose, antes de admitir que prefería que desconociesen su parentesco porque «me hacía la vida más fácil».

A pesar de las múltiples polémicas que ha protagonizado el clan –aunque se retractaría más tarde, la propia La Toya publicó en los 90 una dura biografía en la que acusaba a su padre de haber abusado de ella–, la cantante, de 57 años, asegura que es vital mantener el vínculo con los suyos. «A mis padres trato de verlos todo lo que puedo», comenta. También presta especial atención a sus sobrinos Prince, Paris y Blanket, los hijos de Michael Jackson. De hecho, han pasado un duro trago con el intento de suicidio de Paris: «Está mucho mejor y bien cuidada», comenta, escueta. Sobre lo que podría hablar durante horas es, sin duda, de las bondades de su hermano Michael. «Si le hubiesen conocido, sabrían que era diferente a la mayoría de la gente. No he conocido a nadie con un corazón tan puro como el suyo», asegura La Toya, quien dice recordar, ante todo, la sonrisa de «Jacko»: «Le encantaba hacer bromas y no paraba de reírse». Y ése es, según defiende, el gran legado de Michael Jackson.