Opinión

El diario de Amilibia: Susanna, no sufras por Él, porfa

Ahora que aspiras a la vida alegre y aventurera y, como confiesas, has encontrado a tu Indiana Jones, no es momento de ponerle freno al frenesí

Susanna Griso
Susanna GrisoEspejo Público

Susanna Griso ha contado los problemas que sufre cuando entrevista a Pedro Sánchez: 1) Es duro, frío. 2) Es un contorsionista excepcional. 3) Posee una muy refinada técnica monclovita: tú puedes preguntar cualquier cosa y Él te coloca el mensaje que quiere. 4) Alarga al máximo las respuestas para que no tengas tiempo de preguntarle más. Y añade un doloroso comentario personal: «Salgo de las entrevistas con Él con un sentimiento de impotencia». Querida Susanna: no caigas en ese mal, sobre todo ahora que has encontrado al hombre de tu vida, nada menos que un Afán (Iñigo), y estás en el momento óptimo y gozoso de darlo todo. Ahora que aspiras a la vida alegre y aventurera y, como confiesas, has encontrado a tu Indiana Jones, no es momento de ponerle freno al frenesí, Susanna.

Si le preguntáramos a Él qué problemas tiene como entrevistado en «Espejo Público», quizá diría que lo difícil es no fijar nunca la mirada en tus esbeltas piernas o en el vértigo de tu escote, porque ahí no perdonan Begoña, Pilar Alegría (guerra de rubias, ni hablar) y muchos menos la ministra de Igualdad, Ana Redondo, siempre atenta a los detalles machistas. En fin, a lo que íbamos: el contorsionismo puede ser una cualidad que muchas agradecerían como alivio de la monotonía matrimonial, pero haces bien en advertir a los ligones qué te baja la libido: que se acerquen porque te han visto en la tele te provoca un bajón inmediato, o sea, algo así como si se te acercara Koldo García aún oliendo a puticlub.

Y para futuras entrevistas con el presi, ya sabes: preguntes lo que preguntes, Él responderá lo que le dé la gana. Dirá sobre la corrupción: «el que la hace, la paga». Pero no sueñes: nunca añadirá «menos Puchi y yo».