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Raquel Mosquera es Beyoncé y Terelu vende piso

Pues sí, ya es miércoles otra vez. Y aquí estamos con las revistas del corazón a ver qué se cuece

Raquel Mosquera es Beyoncé y Terelu vende piso
Raquel Mosquera es Beyoncé y Terelu vende pisolarazon

Pues sí, ya es miércoles otra vez. Y aquí estamos con las revistas del corazón a ver qué se cuece

La primera sorpresa me la llevo con ¡HOLA!, que trae en portada a Terelu y a su hija Alejandra. Si antes digo que Lecturas es el nuevo grupo de Whatsapp de Las Campos, antes me las sacan de la portada y las pasan a ¡HOLA!. Todo por fastidiar. Esta vez, eso sí, no se echan nada en cara una hermana a la otra. Esta vez nos enseña Terelu su triplex, que ha sacado a la venta, y a su hija, que en sus propias palabras “no vive del cuento, hace cosas de imagen”. Vamos, que debe ser instagramer. “Hacer cosas de imagen” es lo que hacen los hijos de famosos para ganarse la vida sin tener que estudiar ni trabajar como todo hijo de vecino. A mí me gustaba más antes, cuando no disimulaban. Como cuando Rociíto desfilaba con sus tobillos elefantiásicos y su metro sesenta y pico. Porque quería ser modelo y punto. Y luego quiso ser presentadora, y fue presentadora. Que para algo era la hija de La Más Grande. Ahora no. Ahora hacen cosas de imagen. Me he puesto muy señora mayor renegona. Me he dado cuenta hasta yo, sí.

Como no da para mucho más la entrevista y en la portada, además, solo salen Eugenia Silva en bikini con su hijo (una cosa muy de verano) y Amanda Hearst, modelo y heredera norteamericana, desconocida por mí (sí, he tenido que googlearlo) que se ha casado en el castillo de su abuelo, me vengo abajo y pido otro vermú. Llevamos ya tres semanas que el corazón no nos da lo que necesitamos. Así que levanto el teléfono y llamo a Encarna. Solo ella puede salvarme.

Encarna es un amor. Es la abuela de mi amigo Jose y le chiflan las revistas del corazón y el famoseo. Los conoce a todos. Así que nos ponemos a hablar de Las Campos. Me cuenta que a ella antes Terelu le gustaba, pero que últimamente no tanto porque ahora las tres y el Bigotes (Encarna llama “El Bigotes” a Bigote Arrocet) están siempre en las revistas con tonterías y reproches. Además, me dice, la pequeña le tiene mucha envidia a Terelu, porque de joven era delgada y más guapa y porque supo seguir los pasos de su madre y ella no. Aunque ahora, añade, como ha engordado, la pequeña dice que ya no la envidia y que ella tiene mejores piernas. Pero a Encarna y a mí nos gustan más cuando callan porque están como ausentes.

Eso sí, esta semana tengo que destacar del interior el reencuentro de la familia Thyssen en Marbella. Tenéis que ver esas fotos, de verdad. Son la prueba gráfica de que el dinero no lo puede conseguir todo. Entre los pelos fritos de un rubio poligonero de ellas, la barba de él, la combinación de estampados, Manolo Segura entero... Dan ganas de llamar a los servicios sociales a ver si pueden hacer algo al respecto. Hay cosas que no se compran, queridos. Y el estilo es una de ellas.

En Lecturas, todos los detalles de la boda secreta de María Patiño en Sri Lanka. Que igual el concepto “boda secreta” y aparecer en la portada de una revista son un poco incompatibles, pero podría ser que yo sea una tiquismiquis. Tampoco lo descarto. Lo bueno de esta boda es que nos remite a aquellos tiempos en los que Lauren Postigo se casaba por el rito zulú, o Karina y Juan Miguel lo hacían por un rito Tahitiano. Es que antes los famosos sabían darnos ese je en sais quoi que ahora no hacemos más que echar de menos. Estoy de un nostálgico con esto que no me aguanto.

Carlota Corredera se baña en Galicia y Violeta y Fabio (unos de supervivientes) nos cuentan en exclusiva (uh-uh) que no se perdonarían una infidelidad el uno al otro. Me sonrojo de puritita vergüenza ajena, os lo juro. Menos mal que en el interior tenemos a Raquel Mosquera, que para mí siempre estará con la mirada perdida tras una ventana de la López Ibor. contestando a preguntas como “te encanta África y los africanos” o “¿Qué tienen los africanos para que te gusten tanto?”. Ella hace declaraciones absolutamente gloriosas como “Isi es un morenazo que es que me emociono” o “Me encanta bailar, soy como Beyoncé”. Estas dos páginas de Lecturas son gloria bendita y justifican todas las chichas de famosilla del tres al cuarto que nos toca tragar. No puedo entender que no vaya en portada, como lo siento lo digo. Tengo que hablar con Encarna de esto, así que vuelvo a llamarla a ver qué me dice.

Encarna me dice que cree que Mosquera no ha olvidado a Pedro Carrasco y que por eso siempre acaba hablando de él, aunque hayan pasado 18 años desde que murió. A Encarna no le gusta mucho la forma de contestar de Raquel Mosquera a sus compañeros de programa, me dice que es muy déspota y a ella eso no le gusta, cree que podría ser más amable. La ve muy bien con “el moreno ese con el que está ahora”, pero cree (creemos, que yo ahora creo lo que me diga Encarna) que no ha podido olvidar a Pedro.

Y yo, si lo dice mi Encarna, a misa.