«Sería un mal pobre: me cuesta pedir»

–Celebran con una gira los 30 años de «Seguridad Social». ¿Cree que cobrarán la pensión dentro de 30 años?

–Espero que sí. Tengo fe, esperanza y caridad, sobre todo en Navidad.

–Su grupo musical dura más que muchos matrimonios. ¿Qué hacen para vivir en paz y armonía?

–En un grupo no puede haber democracia, hace falta una dictadura blanda. Yo soy el dictador blando.

–Han colaborado en su disco «Por siempre jamás» Raimundo Amador, Soledad Giménez, Bunbury, Carlos Goñi...¿A quién de ellos le pediría dinero en un apuro?

–A ninguno. Me buscaría la vida por otro lado. Soy más de dar que de pedir. Me cuesta mucho pedir, sería un mal pobre.

–Cantan «Que no se extinga la llama». ¿Va por los pirómanos del verano?

–No me gustaría que lo tomaran como su himno. Los incendios de los bosques me cabrean mucho.

–«Mi rumba tarumba». ¿Qué le vuelve tarumba?

–La música, la comida, el buen vino, la poesía...

–«El viajero». ¿Los nacionalismos se curan viajando?

–Depende de cómo tenga la cabeza el que viaja. Hay algunos que...

–«La camisa de once varas». ¿Ideal para las chicas de Femen?

–Es perfecta para ellas: es grande y se la pueden quitar con facilidad.

–«Chiquilla». ¿Cayó en la tentación de ligarse a una groupie?

–En mis primeros años era obligatorio. Ahora me pega mi mujer.

–«No es fácil ser Dios». ¿Lo dice porque se ha sentido dios?

–Lo digo porque hay mucha soberbia. Tenemos muchos dioses. Es más fácil ser demonio. El mal es más divertido y el camino más fácil.

–«Sólo tú». ¿Dedicada a Angela Merkel?

–Le iría muy bien, a ella y a su camarilla. La III Guerra Mundial la está ganando Alemania.

–«Condenado». ¿Qué quiere condenar?

–La crueldad. Con quien sea, personas o animales.

–«Me siento mucho mejor». ¿Es que ha estado escuchando a De Guindos?

–No, es que soy suicidamente optimista.

–O sea, que más que brotes verdes ve capullos...