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¿Un «José María Aznar tercero»?

El sexto nieto de Ana Botella y su marido

Aznar y su hijo, en el aniversario de LA RAZÓN el lunes
Aznar y su hijo, en el aniversario de LA RAZÓN el luneslarazon

Los hay que tienen poder ejecutivo allí a donde van. Aznar sugería en 1998 que en España hacían falta niños: «Me gustan mucho los niños, me gustaría haber tenido más y me gusta que la gente tenga niños. Es muy importante saber que en España nacen muy pocos ahora y tienen que nacer más. No podemos seguir con una demografía tan baja». Sus hijos tomaron buena nota y este mes el mayor, José María, le ha comunicado que será abuelo por sexta vez a sus sesenta años. Después de dos días de rumores sin confirmar, el lunes, durante la celebración del 15º aniversario de LA RAZÓN, padre e hijo confirmaron a algunos periodistas la buena nueva. «Preguntadle a él», respondía sonriente el ex presidente ante la insistencia de los interesados. En los corrillos finalmente se rindieron ante la evidencia y anunciaron que el primogénito del clan Aznar-Botella espera su segundo retoño, después de que hace tan sólo siete meses, su mujer, Mónica Abascal, diera a luz a Valvanuz.

En 2012, nada más conocerse la noticia de que José María Junior y Mónica esperaban su primer hijo, Aznar descubría cuáles eran sus preferencias respecto al sexo del bebé: «Me encantaría que fuera José María Aznar tercero, pero después de cuatro niños si es una niña vamos a estar también encantados». Se refería a los cuatro hijos de Ana Aznar y Alejandro Agag: Alejandro, de 9 años; Rodrigo, de 7, Pelayo; de 5, y Alonso, de 2. Una espinita clavada en la familia que se quitaron cuando en marzo de este año Abascal dio a luz a una niña, a la que pusieron de nombre Valvanuz, rompiendo con la tradición familiar de poner a los hijos el nombre de los padres. Ahora es posible que el ex político vea de nuevo satisfechos sus deseos de tener en los brazos a un «José María Aznar tercero».

La buena noticia coincide, además, con el fichaje del futuro padre como consultor para Promontoria Plataforma, puesto que compatibilizará con su trabajo como analista financiero y como profesor de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad San Pablo CEU. Su mujer sigue inmersa en la firma de bolsos Vega Cárcer que fundó con su hermana, aunque compatibilizar su labor en la empresa con el cuidado de sus dos bebés será cada vez más complicado.

Siempre podrán contar con la ayuda de los ya experimentados abuelos. Desde que volvió la «troupe» Agag-Aznar de Inglaterra, Ana Botella y su marido pueden pasar más tiempo con sus nietos. Se les puede ver de paseo por la capital, en la playa o en el circo, siempre que las responsabilidades públicas de ella y la apretada agenda de él lo permiten. La alcaldesa de Madrid se perdió en junio la comunión de Alejandro, ya que tuvo que defender la candidatura olímpica española en Lausana, aunque lo suple como una apasionada cuentacuentos. Botella reconoció en su momento que lee a los pequeños los grandes clásicos que reunió en su libro «Cuentos de Navidad», publicado en 2009 y en el que incluyó comentarios a cada una de las historias. Unos momentos de «relax» en familia en los que las imaginaciones de los pequeños vuelan más allá de la Plaza Mayor y que pronto compartirá un nuevo miembro.