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Henry Cavill: «Soy el Superman más emocional»

El actor, seleccionado en un casting que recorrió todo el mundo, podría convertirse en la imagen más popular del superhéroe, con permiso de Christopher Reeve
El actor, seleccionado en un casting que recorrió todo el mundo, podría convertirse en la imagen más popular del superhéroe, con permiso de Christopher Reevelarazon

Es prácticamente un desconocido en el mundo del cine. Su participación en la serie de televisión «Los Tudor» es de los pocos trabajos por los que su cara les puede sonar. «En cuanto le vimos con el traje puesto supimos que era él», asegura la productora Deborah Snyder. Ni siquiera el hecho de que sea británico (el primero en interpretar a este superhéroe en el cine) supuso un impedimento. Henry Cavill, con 30 años recién cumplidos, está llamado a convertirse en el protagonista de una saga que, aunque no tiene confirmación oficial de continuación, parece garantizada al haber recaudado 150 millones de dólares en el fin de semana de su estreno en EE UU.

-Todos conocemos a Christopher Reeve porque encarnó a Superman. Prácticamente, eso es todo lo que hizo como actor. ¿No teme que a usted le ocurra lo mismo?

-En absoluto. Los proyectos, las películas y los directores con los que podría trabajar son una decisión que puedo tomar yo. Además, con suerte, puede ser una parte importante de mi carrera porque es probable que se hagan más entregas de esta saga. No es algo a lo que tengo miedo sino a lo que me aferro, al margen de que me gustaría hacer otras cosas entre medias. Sobre el hecho de encasillarme, puedo pasar el tiempo temiéndolo y preocupándome o puedo invertirlo en evitar que no suceda.

-¿Pesa demasiado el traje de Superman?

-Mentiría si dijera que no, pero preocuparme sólo me va a perjudicar. Centrarme en hacer justicia al personaje y contar la historia lo mejor posible es lo único que funciona. Puedo pasarme la vida preocupándome por cosas. ¿Cuál es el sentido?

-¿Cómo, según usted, se le hace justicia al personaje? ¿Cuáles son sus valores?

-Es muy complejo. Y mostrar esa complejidad era importante para mí. Todas las decisiones que toma son transparentes y no simplemente las obvias. Eso es lo que lo hace especial. Es el hombre más poderoso del mundo, y más allá. Pero siempre decide hacer el bien o, al menos, intentarlo. No es un proceso simple. Físicamente quería representarlo de manera apropiada, como un hombre muy musculado. También eso fue importante. La única manera física de representar que no lo puedes herir es que sea superfuerte.

-En la primera prueba tuvo que ponerse el mismo traje que usaba Christopher Reeve. ¿Qué sintió al verse así vestido? ¿Cuál fue la primera impresión delante del espejo?

-Estaba mortificado. Tenía claro que no iba a conseguir el papel, que no tenía ninguna oportunidad. La primera vez que vi al director no estaba en buena forma porque para mi anterior película me habían pedido que no lo estuviera en absoluto. Además, la primera prueba de casting fue en Navidad. Y la primera prueba de guión, justo después. Sinceramente, creí que no me lo iban a dar. ¡Tenía barriga!

-Este Superman tiene un recorrido emocional más largo. Llega a llorar, se siente como un bicho raro, es muy vulnerable... ¿Supone un reto mayor?

-No necesariamente. El hecho de interpretar un personaje emocionalmente fuerte no tiene por qué ser más complicado. Además, estar rodeado por actores de tanto talento y un equipo que ha dado tanta energía lo ha hecho mucho más fácil. Disfruté mostrando este lado del personaje. Se trata de una perspectiva que existe en los cómics desde sus comienzos. Se ha mostrado más la acción, así que creo que es una gran oportunidad para profundizar en este aspecto y, de hecho, en mi opinión es lo que hace esta película especial.

-Encarna a un personaje americano en una película americana, pero usted es británico, el primero, de hecho, en interpretar a este superhéroe en la gran pantalla. ¿Cómo se siente respecto a esto?

-Siempre es un honor ser el primero en hacer cualquier cosa. Es fantástico. Pero no importa mucho. Superman es un superhéroe universal. Se crió en Kansas, pero también es un alienígena del planeta Krypton. Creo que no hay un significado especial detrás de este hecho. Es un actor interpretando un papel, que, además, es tan maravilloso que cautiva no sólo a los americanos, sino a todo el mundo.

-¿Echó de menos la parte más humorística de esta historia, contada, además, a través de una estética bastante oscura?

-No diría que es oscura en absoluto; lo que ocurre es que está planteada de manera más realista: ¿puede haber comedia en una situación así? ¿Pueden ser divertidos los alienígenas que invaden la Tierra para destruir la raza humana? Yo creo que no. Es cierto que los humanos intentamos reírnos cuando las cosas se ponen feas para mantenernos cuerdos.

-Tiene 33 años, hace milagros y su padre vive en los cielos. Estos aspectos quizá estén más acentuados en esta versión que en otras. ¿Qué opina de las similitudes con Jesús y el personaje de Superman?

-Existen paralelismos claros y siempre los ha habido. En el sentido de cómo me acerco al personaje... Clark no va por el mundo como si fuera Jesucristo, por lo que no afecta en absoluto a cómo abordo el personaje.

-Creció en el campo y no vio ninguna película hasta que fue mayor. ¿Tiene algo más en común con Superman?

-He viajado bastante por el mundo solo y conocido a mucha gente. Sin duda, he sido un forastero. No he vivido, por supuesto, una situación tan extrema como la suya, pero me he mudado muchas veces de trabajo en trabajo. He tenido, como él, que encontrar mi sitio en el mundo.

-Se va a convertir, si no ha sucedido ya, en un actor con una popularidad extraordinaria ¿Cómo le afecta el cambio de vida que supone?

-Todavía no lo sé... Supongo que tendré que acostumbrarme y lidiar con ello. Todo cambia, y cuando lo hace hay que intentar ver el lado positivo. Es posible también que dentro de unos años no lo vea tan bien como ahora.

-¿Qué le parece el hecho de que en esta versión no se haga un énfasis especial en sus símbolos más populares, como el propio título?

-No creo que haya un esfuerzo en ese sentido. La «S» ha significado siempre esperanza. En cuanto al hombre de acero, ¿por qué llamarlo Superman si todavía no sabemos que lo es? En un principio es simplemente un alien que aparece. No hay que dar todo por sentado; todavía estamos en la presentación del personaje. Es durante la película cuando se convierte en Superman. Hay niños que ni siquiera han oído hablar de él, o si saben quién es, no han visto una escena suya nunca. Las primeras cintas son de hace 35 años; yo ni había nacido. Se trata de introducir un personaje de una manera completamente distinta.

-Ni siquiera lleva ya los calzoncillos rojos por fuera...

-El traje tradicional proviene de la forma de vestir en la ficción de los forzudos de la era victoriana: al no poder subir a un escenario sólo en ropa interior, llevaban una malla de color carne para simular que estaban en paños menores. Los trajes de los superhéroes fueron diseñados bajo esta influencia. Eso tenía sentido en aquella época por la cultura pop, pero ahora no tanto. Simplemente se muestran en calzoncillos. Si un niño los viera así ahora le resultaría muy raro. Se preguntaría: ¿por qué los lleva por fuera? El personaje ha evolucionado hacia una nueva era.

-¿Qué piensa que tienen en común su intepretación y la de Christopher Reeve?

-No tengo ni idea. No he visto esas películas para prepararme el papel. Él sólo tuvo como referencia los cómics. Es su interpretación sobre ellos. Yo también quiero tomarlos como fuente y hacer la mía, en lugar de copiarlo.

-Seguramente habrá oído hablar de la maldición de Superman. Alguno de los que lo interpretaron sufrieron alguna desgracia...

-Dean Cain y Brandon Routh están en perfecto estado de salud, y Kirk Alyn murió de causas naturales. Eso significa que de los cinco, a tres no les pasó nada excepcional, lo que desmonta el mito de la maldición. Es horrible lo que le sucedió a los otros (Christopher Reeve y George Reeves), pero no estoy preocupado por eso.