Francia
10000 avisos a los «piratas»
Francia ultima su cruzada contra la piratería en internet. Los diputados galos debaten hoy el proyecto de ley en la Asamblea Nacional
Los «piratas cibernéticos» de Francia están en jaque. El proyecto de ley que hoy llega a la Asamblea Nacional gala tiene como principal objeto estrecharles el cerco y poner fin a la impunidad reinante. Pero el debate de un texto que aspira a disuadir a los usuarios de descargar ilegalmente mediante un procedimiento gradual de sanción promete ser animado en la cámara baja. En este proyecto podría estar la inspiración al texto que este año pretende aprobar el ministro de Cultura, César Antonio Molina. Al contrario que en el Senado, donde sus señorías lo aprobaron el pasado mes de octubre con el insólito apoyo de la oposición de izquierdas, el texto del Gobierno va a enfrentarse al férreo rechazo de los diputados socialistas e incluso de algunos miembros de la mayoría conservadora en el poder. Denuncian un «sistema de vigilancia generalizado» que vulnera las libertades individuales de los internautas franceses de los que un 37 por ciento reconocen, según un sondeo publicado ayer, haber recurrido a este tipo de prácticas o utilizado algún «documento pirateado».Una ley «pedagógica»Sin embargo, no se trata de una ley «represora» según el Ejecutivo, que se ha decantado por un enfoque más «pedagógico». De hecho, la futura normativa no prevé un sistema inmediato de multas contra quienes pirateen, esencialmente, archivos de música y vídeo. Antes de ser eventualmente sancionado el internauta infractor será advertido por una autoridad competente creada al efecto: la Hadopi, encargada de proteger los derechos de autor de las obras culturales en internet. El Gobierno apunta alto: 10.000 advertencias diarias, desde que se apruebe el texto según declaró ayer la ministra de Cultura, Christine Albanel. Al primer aviso por correo electrónico seguirá, al cabo de los seis meses y en caso de reincidencia, una segunda llamada de atención que le será notificada por carta certificada. Si al año el abonado, pirata empedernido, hace caso omiso podría ver suspendida su conexión por un periodo de entre dos y doce meses, que podría reducirse sólo si se aviene a reconocer su falta «amistosamente». Si existe desacuerdo, el afectado podrá recurrir la sanción por vía judicial. Optimista, la ministra gala confía en que el 90 por ciento de los internautas malhechores cesen sus descargas fraudulentas al segundo aviso como ocurre ya en países vecinos donde el «pirateo» ha disminuido en más de un 65 por ciento. Los primeros cortes de conexión no se producirán hasta 2010, aunque Albanel, convencida de la eficacia del carácter disuasivo de su proyecto de ley sobre la «Difusión y protección de la creación en internet» se resistió ayer a confirmar las mil sanciones diarias que su servicios cuentan que se efectúen a partir del año que viene, es decir, tras las dos primeras advertencias.A los proveedores de internet, que harán de mano ejecutora, ejercer de verdugos también les va a salir caro. Adaptar técnicamente sus sistemas para proceder a una cancelación selectiva del acceso a la red sin interferir en los servicios de televisión y teléfono, les costará 70 millones de euros. El Gobierno galo busca atajar de esta manera la sangría que supone la descarga ilegal a través de los intercambios de archivos y que es responsable de la caída en un 50 por ciento del volumen de negocio de la industria discográfica. Como alternativa a la tentación de piratear una película, una canción o un disco, el texto incluye mejorar la oferta legal en la red disminuyendo el plazo, de seis meses a cuatro, entre la fecha en que se estrena un filme y su comercialización en DVD o su acceso en «vídeo bajo demanda».
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