Barcelona

Una pasarela de 65 metros y mucho caché por Jesús Mariñas

Naty Abascal
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Un nuevo alarde de Mango que sigue alternando Madrid y Barcelona. La capital sirve de escenario de nuevas colecciones y en Cataluña reparten los premios con más dotación. La firma catalana montó su espectáculo entre Alcalá y Montalbán en lo que fue patio del antiguo Correos, hoy Ayuntamiento en alquiler y también escenario de una discoteca nocturna.

Cuestión de tarifa: Gallardón no hace remilgos con tal de que alivien la desmesurada deuda de casi 8.000 millones que tiene su ayuntamiento. Montaron la pasarela reproduciendo una calle de 65 metros con bancos de hierro forjado y farolas a ambos lados. Asombró tanto como la recreación del «new look»: mucha falda a media pierna y amplio vuelo, en tonos que van del amarillo canario al maquillaje. Isidoro Álvarez, su esposa María José y su hija Cristina admiraban el desfile cerca de José Creuheras y su esposa, Columna Martí.

Un alarde de moda que para sí querría Cuca Solana en Cibeles. María García de la Rasilla se esponjaba sobre cuello de cibelinas marrón mientras que Naty Abascal vestía un trench de napa color crema al estilo Bogart. «Es un Mango de 200 euros», explicó. Lo remarcó ante su nuera Laura Vecino, que habló maravillas de Delhi y Seychelles: «Volvimos rendidos», reveló ante su cuñado Luis que, con Caritina Goyanes, controlaba el cóctel y las filas VIP donde sentó a Paula Barcala, su hasta ahora último romance. Suma y sigue.

Destacó la abundancia del socorrido negro. Marisa Jara lo acompañaba de botines mientras la exquisita Olivia de Borbón recurrió a tirantes. Samaranch Jr. repasó el montaje arquitectónico e Isak Andic era felicitado porque la Reina le entregó una medalla de oro. Su pareja Zenaida sentada próxima a Mar Flores. Judith y Johnny, hijos del empresario no perdían ripio cerca de Antonio Asensio que acaba de ser padre. Álvaro y Ekaterina de Marichalar se mantienen en su luna de miel, él impactó con chaquetón cuadriculado.

Los que noches antes padecieron la cena Suárez del «Don Giovanni» se saciaron de jamón, mini hamburguesas y otras delicatessen que Caritina controlaba walkie-talkie en mano. Quique Sarasola llegó a la copas mientras Paloma Lago reconocía que su ex, actual pareja de Raquel Revuelta, «nunca tuvo intenciones de formar un hogar o casarse», dijo estirando sus guantes de gamuza marrón que rompían la tónica del negro.