Comunidad de Madrid
El tándem González-Botella
MADRID- El 20 de diciembre de 2011, Mariano Rajoy señaló a Alberto Ruiz-Gallardón para la cartera de Justicia. El entonces alcalde de Madrid rápidamente renunció a su cargo, lo que catapultó a la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, a lo más alto de la política municipal. Un cambio que, lejos de ser inesperado, se barruntaba desde hacía meses. Lo mismo ocurrió ayer con Esperanza Aguirre, el rumor de su salida de la política se oía como un eco constante y todos apuntaban al vicepresidente, Ignacio González, como su sucesor.
González, como Botella, tendrá ahora que superar varios «handicaps» con los que aún lidia la regidora madrileña. El primero y más obvio es la alargada sombra de la «lideresa». La trayectoria de la carismática Aguirre no tiene igual en la política española y sus éxitos al frente del Gobierno regional también son un buen listón a superar. Además, ha sido una de las primeras espadas del PP, tanto a nivel regional como nacional.
Ignacio González, que ha sido su mano derecha durante todo este tiempo, tiene ahora 3 años para «hacerse» presidente de la Comunidad de Madrid. Deberá superar el complejo de número dos y reforzar una imagen propia para convencer a los votantes en las próximas elecciones autonómicas, que se celebrarán en 2015. También tendrá que superar los prejuicios que, precisamente por su posición de testaferro de Aguirre, se ha granjeado en los últimos años.
Por suerte, tendrá el cercano ejemplo de Ana Botella, que trabaja día a día para pasar la página que Alberto Ruiz-Gallardón escribió en la historia de la capital. Además, en los últimos nueve meses, la alcaldesa ha ido cambiando la imagen negativa que algunas personas tenían de ella por su matrimonio con el ex presidente del Gobierno, José María Aznar. Sus herramientas: una gran sonrisa y la cercanía con los ciudadanos que muchos echaban en falta de Gallardón.
La oposición pide elecciones anticipadas
Tardaron apenas unas horas en hacer propuestas de lo más recurrente: los grupos de la oposición en la Comunidad de Madrid aprovecharon el anuncio de la marcha de Esperanza Aguirre para abonar el terreno para las próximas semanas. Así, mientras el líder socialista de Madrid, Tomás Gómez, ponía en duda la idoneidad del sucesor de la presidenta regional, Ignacio González, su homólogo en Izquierda Unida, Gregorio Gordo, aprovechó para hacer una petición pública de adelanto electoral.
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