Un santuario Ferrari en medio del desierto

Existen innumerables parques de atracciones dedicados a los superhéroes del cómic, a los dibujos animados más famosos y otros que recrean escenarios de terror. Hasta el Real Madrid tendrá su propio espacio de recreo en Valdebebas.

El turno llega hoy para los «ferraristas», que podrán disfrutar de un gran complejo dedicado a la emblemática marca. «Ferrari World», nombre de este enorme complejo, abrirá sus puertas hoy miércoles. Será el parque temático bajo techo más grande del mundo y el primero en Oriente Medio, con 20 atracciones inspiradas en la marca.

Montaña rusa en F-1
Para el líder del campeonato de Fórmula-1, un guiño a la velocidad. Contará con la montaña rusa más rápida del mundo, que alcanzará los 240 km/h y que recrea la experiencia en uno de los coches de la escudería. Otra de las atracciones más esperadas es la torre de 62 metros en la que se simulan las fuerzas G que un piloto de carreras siente al volante.

La escudería ha organizado el mayor museo de coches de carreras clásicos y modernos lejos de su base en la localidad italiana de Maranello. Tampoco faltará la inspiración gastronómica de «Mamma Rosella», el restaurante italiano preferido de los pilotos. Los visitantes podrán pasear a través de un «paddock» de Ferrari y utilizar las herramientas que se emplean durante las carreras para cambiar los neumáticos de un coche de F1.

«No olvidemos que es un gran lugar divertido. No es un museo. No es una sala de ventas de coches. La guinda del pastel es que es un Ferrari de Fórmula Uno convertido en montaña rusa», dijo Andy Keeling, el gerente del parque de Ferrari World.
 
Oriente Medio, el nuevo filón
La decisión de Ferrari para poner en marcha su primer parque temático en el Oriente Medio revela la importancia de la región es el futuro de los deportes de motor. El Golfo ya cuenta con carreras de F1 en Abu Dhabi y Bahrein y Qatar pronto acogerán un tercer circuito.

La creciente popularidad de la F1 se une a los ingresos per cápita más altos en el mundo. Los fans del Golfo suponen una tentación para un deporte que ha visto cómo la recesión económica le castigaba duramente: Honda se retiró del campeonato y varios anunciantes pusieron fin a sus contratos de patrocinio.