Alicia desde la ciudad de las maravillas

En Praga ocurren extraños sucesos. Los autómatas de barro cobran vida animados por rabinos y los estudiantes languidecen ensimismados en amores fruto de obsesiones románticas. Incluso, si uno sabe buscar, podrá ver conejos blancos y reinas de corazones flotando por los aires. Para ver estos últimos no hace falta viajar a la capital checa. Basta con acercarse a los Teatros del Canal en los próximos días. El centro escénico madrileño acoge al prestigioso Teatro Nacional Negro de Praga, el mejor exponente de un género procedente en sus inicios de Asia que la ciudad del Moldava ha hecho suyo. El teatro negro sume al espectador en una oscuridad casi total. Sobre el fondo del escenario, destacan así los colores luminiscentes de los protagonistas y el atrezzo. Amparados por la oscuridad, los actores y operadores pueden hacer flotar en mares y cielos ficticios a todo tipo de criaturas, lo cual propicia un formato rico en cuentos clásicos y aventuras para toda la familia.

Máquinas voladoras
La visita del Teatro Nacional Negro trae dos relatos impregnados de la mejor imaginación: «Alicia en el País de las Maravillas» (puede verse ya, hasta el 9 de octubre) y «Las aventuras del Barón de Münchhausen» (del 11 al 16 de octubre). Explica su director, Pavel Marek, que son «un teatro que lleva treinta años viajando por el mundo. Trabajamos no sólo con el truco negro como posibilidad escénica. También con máquinas voladoras y otros secretos». Entre éstos, la compañía se abre a nuevas técnicas, como proyecciones en las que los actores interactúan con lo narrado en el fondo.

«La técnica del teatro negro permite animar las cosas que no vemos moverse así normalmente, ya sean animales o flores. Es un género que se presta a historias repletas de imaginación. Los temas suelen ser siempre de fantasía. Los nuestros son viajes un poquito locos por mundos increíbles», reconoce Marek. Y añade: «Yo he sido toda mi vida un niño. Como Peter Pan, trato de no ser nunca adulto. Cuando perdemos la fantasía, lo perdemos todo».

El «Quijote» de Fernán-Gómez
Cuenta Pavel Marek que la versión de «Alicia en el País de las Maravillas» mantiene al conejo blanco, la reina de corazones, el sombrerero loco y otros conocidos personajes, pero «es más o menos la mitad del libro, la otra mitad son ideas nuestras. Cuando estamos en este país nos tomamos la libertad de hacerlo con nuestros propios pedacitos». Lo dice en un castellano más que correcto. Su relación con España viene de largo, aunque es la primera vez «que actuamos en un teatro del prestigio del Canal», reconoce. Sí han girado, en cambio, por la periferia de Madrid, y colaboraron en «Impresión de Don Quijote (1605-2005)», un espectáculo estrenado en Toledo con la voz de Fernando Fernán-Gómez que dirigió Francisco Plaza.

- Dónde: Teatros del Canal. Madrid.
- Cuándo: hasta el 16 de octubre.
- Cuánto: de 14 a 24 euros. Tel. 902 488 488.