Ai Wei Wei: «No me voy a callar»

PEKÍN- Como los antiguos mandarines imperiales, Ai Wei Wei (1957, Pekín) hace desaparecer sus manos juntando las mangas de su camisa. Es el artista contemporáneo chino más conocido en el extranjero, pero en su país, el auditorio se reduce a gente de la cultura, universitarios y un puñado de víctimas de las arbitrariedades del régimen. En su montaje más conocido metió 100 millones de pipas de porcelana en la sala de turbinas del Tate londinense para reflexionar sobre la insignificancia del individuo hoy en día. El Gobierno no le ha permitido ir a la ceremonia de entrega del Nobel a su amigo Liu Xiabo. Ai Wei Wei entiende el arte como compromiso y se ha convertido en una de las voces más críticas. La presión del régimen aumenta y muchos se preguntan cuánto tiempo van a seguir permitiéndoselo.

-La situación actual, como dice usted, es la base de su trabajo.
-Los artistas deberían trabajar sobre las condiciones que les rodean. El mundo cambia deprisa y yo entiendo el arte como una mirada a ese cambio.

-¿Están cubriendo de alguna forma el vacío que dejan los medios de comunicación chinos?
-Los medios de comunicación sólo hablan de lo que le interesa al Partido. Nadie da una opinión crítica en público. Yo utilizo mi posición para expresarme y animar a que todo el mundo haga lo mismo.

-Muchos chinos creen que los medios occidentales estamos obsesionados con los aspectos negativos de China.
-Yo creo que lo negativo de China es China en sí misma. Los medios occidentales hacen su trabajo y tienden a explicar la verdad.

-Mientras le esperaba he visto gente muy humilde entrando y saliendo del estudio. ¿Vienen a pedirle ayuda?
-Soy la persona más famosa de China para denunciar injusticias. Vienen porque alguien les ha dicho que Ai Wei Wei se puede ocupar de sus problemas. Es una pena pero la verdad es no hay mucho que pueda hacer. Yo mismo estoy en peligro.

-Ha llegado a fotografiarse saltando desnudo, con una figura hecha de alpaca que le cubría los genitales. Su mirada es provocadora.
-El mundo en el que vivo es provocador y mi trabajo es un producto del mundo que me rodea, un mundo muy mediático y muy susceptible a la provocación.

- ¿Y cómo encaja la provocación en la cultura china?
-No demasiado bien. Los chinos de hoy en general creen que no es muy inteligente provocar porque causa problemas. Provocar es peligroso en China, pero es necesario, es un estímulo, una luz.

-Hablando de los peligros. Estuvieron a punto de matarlo.
-Cuando uno habla abiertamente de ciertas cosas sabe que va a tener problemas. Estaba en un hotel y 300 policías tiraron la puerta abajo a las 3 de la mañana. Me golpearon provocándome una lesión cerebral. El problema se desató días después, cuando yo estaba en Munich, en una exposición. Allí pude operarme. De lo contrario ahora no estaríamos hablando.

- ¿Sufre hostigamiento diario?
-No exactamente, pero mi teléfono está pinchado, hay dos cámaras delante de mi puerta. La Policía Secreta viene regularmente a hablar conmigo. Me preguntan sobre lo que estoy preparando. Creo que es positivo que al menos se comuniquen.

- ¿Ha pensado en salir del país?
-No. Irme sería demasiado fácil. Me gustan las situaciones difíciles. Lo que quiero es que sean ellos los que se marchen. No es ninguna locura. Más de cinco mil peces gordos han huido al extranjero con montañas de dinero.

- ¿La posibilidad de acabar en la cárcel no le da miedo?
-Pienso en ello todos los días. No puedo decir que tenga miedo, pero estoy bastante preocupado. Aunque siento el deber de seguir diciendo lo que pienso. Este país no puede seguir así. La generación de mi padre sufrió esta situación, la mía también... ¿va a durar para siempre?

-Se lo están poniendo muy difícil para lanzar su mensaje.
-Mi nombre está prohibido, censurado en internet, y los medios me tienen vetado. Puedo comunicarme burlando la censura en internet. Ya nadie me invita a dar conferencias.

-El arte chino está de moda.
-No me resulta para nada interesante. Aunque quizá ofrece una nueva energía, no tiene nada que ver con lo que está pasando en China. Está pensado para el mercado occidental, ideado para ser más comercial en el extranjero.

- Como arquitecto, ¿qué piensa de las ciudades que se están levantando en China?
-Son ciudades ciegas. No están diseñadas para que la gente viva mejor, sino para la avaricia de unos pocos.

-Pasó parte de su infancia en un campo de reeducación con su padre. ¿Aprendió algo?
-Mucho sobre lo bajo que puede caer la humanidad. Allí eraimposible moverse, disentir un segundo, porque nos habrían matado. Ahora sí que puedo hablar, por eso no perderé la oportunidad. No me voy a callar nada y asumo las consecuencias.

Los otros premiados
- Nobel de Física
Para Andre Geim y Konstantin Novoselov «por sus revolucionarios descubrimientos sobre el material bidimensional grafeno, aplicables a la física cuántica y a la electrónica».
- Nobel de Química
Fue para los investigadores japoneses Ei-ichi Negishi y Akira Suzuki, que lo comparten con el estadounidense Richard Heck, y cuyos descubrimientos pueden ser fundamentales para lograr «la fotosíntesis artificial».
- Nobel de Economía
Para Peter Diamond y Dale T. Mortensen, y el chipriota-británico Christopher Pissarides, por sus investigaciones sobre los mercados laborales.
- Nobel de Medicina
Para Robert G. Edwards, por sus descubrimientos en torno a la fertilización in vitro.