Cataluña

Millet dispara desde la cárcel al Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Barcelona deberá aclarar si la idea de la permuta de las fincas del hotel partió del Consistorio. 

Millet dispara desde la cárcel al Ayuntamiento
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BARCELONA- Entre rejas, Félix Millet y Jordi Montull pueden ser más peligrosos que en la calle. Lo demostraron ayer a través de sus abogados, que, de perdidos al río, lanzaron acusaciones contra la clase política sin importar dónde trabajan –en la Generalitat o en el Ayuntamiento de Barcelona– y qué color defienden –rojo socialista o azul nacionalista–. Las cuatro horas de comparecencia ante la juez que investiga la operación del hotel del Palau de la Música, Míriam de Rosa Palacio, dieron juego. El abogado Jordi Pina, defensor de Millet y Montull, dio ayer detalles de la declaración judicial en una entrevista en la radio. Empezó disparando contra los políticos al asegurar que sus clientes contactaron con representantes de «todas» las fuerzas políticas y con el departamento de Presidencia y Vicepresidencia de la Generalitat para tirar adelante el proyecto del hotel de lujo junto al Palau de la Música.Millet tuvo la idea de proyectar el hotel después de que unos técnicos de la Unesco le advirtieran de que el entorno del recinto modernista «estaba descuidado». El Palau de la Música había sido declarado Patrimonio de la Humanidad y para evitar que la Unesco revocara la catalogación, Millet urdió el plan del hotel de lujo para revitalizar la zona. Explicó a la juez que se reunió con representantes de todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Barcelona, con Jordi Portabella (ERC), con Alberto Fernández (PP), con Xavier Trias (CiU) y con Ramon Garcia Bragado o Xavier Casas por parte del PSC. Con el único con el que no se reunió fue con ICV. También envió «muchas cartas» al vicepresidente del Gobierno, Josep Lluís Carod Rovira, y a Presidencia. Pero mientras en el Ayuntamiento todos los citados admitieron haberse reunido con Millet, tanto Carod como Presidencia negaron contactos con el saqueador confeso del Palau. Cabe decir que nadie en el Consistorio se sintió nunca «presionado».Confianza ciega en MilletMillet triunfó con su plan de vender el proyecto del hotel en el Ayuntamiento. Convenció a todos los grupos exepto a ERC. Desde el PP, Alberto Fernández explicó que Millet le sedujo con un proyecto que iba a inyectar dinero y seguridad al barrio. Por eso, ayer lamentaba que le escondiera el hotel a la sombra que pretendía construir a golpe de fraude. Su indignación era unánime. «Pensamos que era un proyecto legítimo en manos de personas honorables (...), pero nos han traicionado», admitió Jordi Hereu. Tal era el enfado, que el pleno del Ayuntamiento aprobó revocar la modificación del Plan General Metropolitano que permitió recalificar las fincas para hacer un hotel. Las fincas 13b, 15 y 17 de la calle Sant Pere Més Baix volverán a tener un uso de equipamiento. Además, se acordó crear una comisión de investigación y una auditoría externa para descubrir si hubo irregularidades en la operación. Por ejemplo, si como apunta Millet en su declaración, «alguien» en el Consistorio le ofreció unos edificios del Ayuntamiento o de la Generalitat para hacer la permuta y le dijo que no era un impedimento que las fincas fueran catalogadas, porque «todo es posible». Este «alguien», según el auto, es Xavier Casas, ex primer teniente de alcalde, que como otros consideró que el plan era interesante para la ciudad. Por su parte, Montull asegura haber explicado personalmente a la directora general de Patrimonio, Inmaculada Turu, que Olivia hotels era la propietaria de la finca. El teniente de Urbanismo, Ramon García Bragado, aseguró que el Ayuntamiento no supo que las fincas eran propiedad de la cadena hotelera hasta que en agosto de 2009 lo publicó la Prensa –despues de la recalificación–. Aunque el Consistorio cobraba el IBI a Olivia Hotels desde 2008.