Un Corazón de León para Berenguela César VIDAL

Ricardo Corazón de León –nacido en Oxford en septiembre de 1157– es una de las figuras más sugestivas de la historia medieval. Hijo del brillantísimo Enrique II y de Leonor de Aquitania, en 1172, su madre le cedió el ducado de Aquitania, de enorme importancia económica y estratégica, y diecisiete años después accedió al trono inglés. Había demostrado ser un soldado excepcional combatiendo contra su padre y había escrito canciones y poemas que le acreditaban como un notable trovador. La llegada al trono vino unida a su marcha hacia la tercera cruzada. Debían acompañarle el emperador alemán Federico Barbarroja – que moriría en la empresa– y el rey francés Felipe II Augusto. Sin embargo, al llegar a Sicilia camino de Tierra Santa, Ricardo discutió con Felipe II y se negó a contraer matrimonio con su hermana. Leonor de Aquitania aprovechó entonces para recordar a Ricardo la pasión que años atrás había sentido por Berenguela, la hija del rey Sancho de Navarra. Ricardo dispuso que la condujeran hasta Sicilia para contraer matrimonio y, dado que también ella se sentía atraída por Ricardo, no resultó difícil convencerla. Felipe de Francia nunca le perdonaría aquel desaire. La ceremonia se celebró finalmente en Chipre y a continuación prosiguió su viaje hacia Tierra Santa acompañado de su esposa. Durante los años siguientes, su vida marital estuvo entretejida por los colores de la leyenda romántica porque resultaba absolutamente inhabitual que una reina acompañara a su cónyuge a las Cruzadas. La situación cambió cuando en 1192 Ricardo fue capturado por Leopoldo V, duque de Austria. El austriaco entregó a Ricardo al emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Enrique IV que decidió ponerlo en libertad sólo a cambio de un sustancioso rescate. En 1194, la suma fue aportada y Ricardo regresó a Inglaterra sometiendo a su hermano Juan sin Tierra que en su ausencia se había aliado con Felipe II de Francia para usurpar el trono inglés. Durante el lustro siguiente, el monarca inglés no dejó de derrotar al rey francés y de concluir treguas que Felipe Augusto violaba a la menor oportunidad. La relación con Berenguela ya no era la misma. En esa época, Ricardo tuvo diversas amantes e incluso un hijo bastardo al que llamó Felipe. Para colmo, en 1196, Ricardo se acusó públicamente de haber caído en algún acto de sodomía. En 1199 Ricardo fue herido por una flecha y murió en las cercanías del castillo de Chalus. Sus empresas no perdurarían aniquiladas por el rey francés. Su historia de amor con Berenguela – la que había cimentado la enemistad entre los dos monarcas - había muerto incluso antes.

La fecha: 1199
El 25 de marzo de 1199, Ricardo caminaba por el perímetro del castillo de Chalus sin su cota de malla, analizando el avance de las obras militares en los muros del castillo. En un despiste, una flecha le alcanzó en el hombro izquierdo cerca del cuello y la herida se gangrenó. Ricardo hizo entonces traer al ballestero ante él. El que le provocaría la muerte resultó ser un niño, quien explicó que el monarca había matado a sus hermanos y a su padre y que había disparado a Ricardo para vengarse. El niño esperaba ser ejecutado, pero el soberano decidió dejarle en libertad. Sin embargo, tras morir el rey, el niño fue cruelmente asesinado.