Salamanca
Verano mortal: el fuego se cobra dos vidas en Alicante
El intenso calor y las fuertes rachas de viento mantienen fuera de control los incendios de Tenerife y La Gomera
El incendio de La Torre de les Maçanes (Alicante) se ha cobrado una segunda víctima esta madrugada, un brigadista que se encontraba muy grave en la UCI del Hospital General de Alicante y que trabajó en las labores de extinción junto al otro fallecido, un agente forestal.
Así lo han informado hoy a Efe fuentes de Emergencias de la Generalitat, que han precisado que hay otras dos personas heridas a consecuencia de las llamas, dos brigadistas ingresados, uno en el citado hospital de Alicante y otro en el "Virgen de los Lirios"de Alcoy.
La segunda muerte a consecuencia del incendio, declarado ayer por la tarde en la partida de Rabosina, se notificó a las 02.00 horas de la madrugada, aunque no se ha informado de la identidad del fallecido.
Las llamas han quemado una importante masa forestal y 26 medios aéreos se irán incorporando de forma escalonada desde el amanecer a las labores de extinción, mientras que varias dotaciones terrestres han estado trabajando toda la noche.
El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, ha informado de que ayer fueron desalojados aproximadamente 130 niños de un campamento, así como la finca de recreo los Castellanos y algunas viviendas diseminadas que se encontraban por la zona.
Ha apuntado como posible causa del incendio el fallo mecánico de un coche, del que al abrirse el capó salió una llamarada que afectó inicialmente a unos árboles cercanos.
Las tareas de extinción, según Castellano, se centran en la cabeza del incendio y ahí es donde están trabajando todos los medios para evitar que se incremente el perímetro.
En los trabajos se han movilizado 18 medios aéreos, nueve brigadas de emergencia de la Generalitat, cinco autobombas, cinco vehículos del Consorcio de Bomberos, efectivos y medios de la Unidad Militar de Emergencias, tres vehículos de voluntarios, además de CICU, Guardia Civil y Policía de la Generalitat, Policía Local, agentes medioambientales y técnicos de emergencias, entre otros.
Canarias
Tampoco serán unos días fáciles de olvidar para los canarios. Los incendios que se han desatado en la última semana han convertido las islas en un infierno. Las que peor lo están pasando son Tenerife y La Gomera, donde la lengua de fuego sigue descontrolada y no deja dormir tranquilo a ninguno de los vecinos de las zonas afectadas. El calor infernal de este fin de semana ha empeorado las cosas. En una zona en la que las temperaturas suelen ser bastante estables todo el año, los termómetros han llegado a duplicar su media anual. Es el caso del municipio tinerfeño de Arjos, uno de los más altos de la isla, cuya mejor virtud son los 20 grados de media en estas fechas y que ayer tuvo que soportar los 40 grados. Esto, unido a las fuertes rachas de viento y a lo escarpado de algunas zonas, ha hecho imposible controlar las llamas, cuyo perímetro alcanza ya los 15 kilómetros. Los equipos de salvamento trabajan sin descanso: 13 medios aéreos participaron ayer en las tareas de extinción, pero su labor no es suficiente.
En Tenerife, más de 2.200 personas tuvieron que abandonar sus casas durante 24 horas por el incendio originado el pasado viernes en la zona de El Tanque. En la jornada de ayer, la mayoría había regresado a sus casas, aunque están preparados para salir corriendo en cualquier momento. El único municipio que permanece vacío es el de Erjos, donde el fuego se acercó peligrosamente a las viviendas, por lo que sus 200 vecinos tuvieron que ser evacuados de urgencia.
Horas muy complicadas
Kevin Gómez, sus padres y sus cinco hermanos pudieron regresar ayer a su casa. «Han sido 24 horas bastante complicadas», confesó a este diario. «La Policía nos avisó a las tres de la madrugada del sábado para que estuvierámos preparados. A las diez, nos dijeron que teníamos que salir corriendo porque el humo nos podía poner en peligro. Tuvimos la suerte de poder ir a casa de unos familiares. Teníamos mucho miedo», explicó.
La misma situación vivió María Candelaria Ruiz, que el viernes no pudo conciliar el sueño. En su opinión, «habría que limpiar los montes y permitir a los vecinos recoger las piñas –que está prohibido–, que facilitan la propagación del fuego. Deberían dejar entrar en el monte y pedir los datos a las personas que lo hagan», lamentó.
Silvestre Gómez, de 74 años, sigue preocupada: «No he dormido en toda la noche, mis dos hijos y mi hermana están en el sur y no pueden salir de sus pueblos porque las carreteras están cortadas y tienen que esperar a que les rescaten», explica intranquila. En La Gomera, la situación tampoco es fácil. El incendio originado hace nueve días sigue activo, mantiene tres frentes abiertos y ha afectado a 3.633 hectáreas, de las que más de 800 son del Parque Nacional de Garajonay. El número de personas que han tenido que dejar sus casas ronda las 2.500. Al igual que en Tenerife, las condiciones meteorológicas «extremas» no han facilitado las labores de extinción.
Mientras tanto, el nivel de alerta del resto de incendios de la Península se rebaja. Los fuegos de Cabañeros (Ciudad Real) y Uceda (Guadalajara) han bajado a nivel 1 y la Unidad Militar de Emergencias planea su retirada de la zona. En O Barco (Orense), el fuego está controlado y puede ser extinguido en las próximas horas. En la Sierra de Béjar (Salamanca), el fuego ha sido controlado después de arrasar más de 1.000 hectáreas.
Espacios protegidos en peligro
La mitad de los incendios de este año han afectado a espacios naturales protegidos. Importantes zonas como el Parque Nacional de Garajonay (La Gomera) o Cabañero (Ciudad Real) y los parques naturales del Alto Tajo (Guadalajara) y Fragas do Eume (La Coruña) han soportado incendios esta temporada, durante la que se ha superado la media anual de extensión quemada, un 0,478% de la superficie forestal nacional. Incluidas en las 132.299,89 hectáreas arrasadas por el fuego hasta el 5 de agosto están las 750 calcinadas en Fragas do Eume entre los pasados meses de marzo y abril, antes incluso de que se declarase la temporada de máximo riesgo de incendios, del 1 de junio y al 1 de noviembre.
En priemra persona:
María Luisa García Brotons / Vecina de Benifallim
«Han comenzado a evacuar algunas fincas»
El municipio de La Torre de les Maçanes en Alicante es el que más está sufriendo las consecuencias devastadoras del fuego. De él se levanta la columna de humo que se ve desde los municipios colindantes de Benifallim, Alcoyes y Relleu. «Han comenzado a evacuar las fincas cercanas a Benifallim con La Torre de les Maçanes, no sabemos qué va a pasar desde ahora», señala María Luisa. «Por ahora hay mucho viento y, con el tiempo que hace, seguro que se expande hacia otras zonas», continúa. Desde Relleu, donde han evacuado un campamento infantil con cerca de 150 niños, «sólo se ve el humo, en todas direcciones», dice Milagros García, vecina de esta localidad. «Creo que la zona más peligrosa ahora es justo la de los límites entre Torremanzanas y Alcoyes». «Estamos preocupados ya que la información que sale por los medios varía mucho entre unos y otros», concluye.
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