Lima
Perú tiene la fórmula: las claves de un «boom» económico
El país andino vive un «boom» económico que le ha permitido crecer al 6% en la última década. A pesar de que el suyo es un mercado pequeño, Perú ha hecho las reformas necesarias que le permiten sortear los efectos de la crisis económica europea. El objetivo del Gobierno sigue siendo reducir la pobreza en uno de los países con mayor niveles de desigualdad.
A finales de años 80, Perú sufrió una profunda crisis económica y social en medio de fuertes episodios de violencia. El trauma de aquellos años hizo que el país aprendiera una lección: con la economía no se juega. Los sucesivos gobiernos que han pasado desde 1992 –año en que acabó la pesadilla– han ido implementando reformas sustanciales que han puesto al país en la senda del crecimiento sostenido.
Fruto de ese hondo aliento reformista, la economía peruana ha venido creciendo a un promedio del 6,4% entre 2002 y 2011, lo que ha propiciado que el PIB por habitante en dólares se haya triplicado en estos años.
Las bajas tasas de interés internacionales y el aumento de las materias primas ayudaron al despegue, pero indudablemente hay más motivos que explican el «boom» peruano. Hugo Perea, economista jefe de BBVA Research en Lima, asegura que este crecimiento ancla sus raíces en la apertura al exterior de la economía, la liberalización de los mercados y el redimensionamiento del Estado.
El economista Carlos Urrunaga es más contundente: «Dejamos de ser una república bananera. En Perú ahora se hace lo que manda la institucionalidad. Nos ha costado mucho entender que sin inversión privada no se puede crecer, y que no basta sólo con la inversión extranjera para crecer».
Disciplina fiscal
El país andino ha resistido los embates de la crisis internacional. Antes de 2007, su economía crecía por el lado de las exportaciones y, después, por el del consumo interno, pese a que el PIB per cápita sigue siendo reducido, de 6.000 dólares anuales. La estimación para 2012 es que el Producto Interior Bruto roce los 200.000 millones de dólares y que las exportaciones alcancen los 50.000 millones, una cifra respetable teniendo en cuenta que hace algo más de 20 años era de 3.000 millones.
La disciplina fiscal ha sido una de las grandes bazas de las sucesivas administraciones. Un logro conseguido gracias a la Ley de Responsabilidad y Transparencia Fiscal, que impide que el déficit público supere el 1% del PIB, y al mandato constitucional que prohíbe al Banco Central conceder créditos al Estado.
Poco a poco, Perú ha dejado de ser un país de monocultivo. La minería contribuye a las exportaciones con el 58,6% y, como apunta Urrunaga, «es la billetera del Estado porque las empresas mineras pagan el impuesto de la renta».
Ahora bien, la política del Gobierno se ha dirigido ha diversificar los sectores productivos. Además de la minería, las principales actividades son la agricultura, la pesca, la explotación de hidrocarburos, los textiles y la manufactura de productos. Perú es el segundo productor de plata del mundo, el sexto de café y el segundo de cacao orgánico. Y la multinacional AjeGroup logró que su bebida Big Cola sea la cuarta gaseosa más consumida del mundo.
Aunque su mercado doméstico es pequeño (30 millones de habitantes), ha firmado tratados de libre comercio con muchas de las grandes potencias, un atractivo para los inversores extranjeros.
"Boom"en la construcción
El «boom» en el sector inmobiliario está tirando de la demanda interna y hace de paraguas frente a la crisis internacional. «La construcción está creciendo el triple que el PIB porque ahora existe poder de compra –explica Urrunaga–. Imagínese las oportunidades, en Perú está casi todo por construir, las brechas habitacionales son muy grandes».
Las empresas españolas han desempeñado un papel importante en el «milagro» económico peruano. Nuestro país es el mayor inversionista extranjero, con el 20% del stock total. Las grandes multinacionales están presentes en sectores como las telecomunicaciones, el sistema financiero, el inmobiliario y el energético. «El intercambio comercial no es aún muy importante», afirma el analista del BBVA Research.
España representa el 4% de las exportaciones peruanas ( cobre, agropecuarios y zinc, principalmente) y representa el 2% de las importaciones (bienes de capital como aparatos de generación eléctrica, motores de corriente alterna, neumáticos, etc). La estabilidad financiera y la inflación sostenida del 2,3% de promedio en la última década resultamuy atractiva para España, explica Urrunaga.
Objetivo: acabar con la desigualdad
Los desafíos a los que se enfrenta el país son enormes. Las desigualdades sociales están entre las más altas de América Latina. El tirón de la economía peruana se ha notado en las zonas urbanas y apenas en las áreas rurales del interior. « Existen muchos conflictos en el interior del país, pero nadie puede decir que no se esté trabajando en este terreno», explica el economista Carlos Urrunaga, quien apunta que Perú «es hoy uno de los pocos países que hacen política social en época de crisis internacional sin poner en riesgo la caja fiscal». La pobreza se redujo en los últimos 10 años del 54% al 28%. « El crecimiento de los últimos años ha sido inclusivo», añade Hugo Perea, de BBVA Research. El Gobierno quiere seguir atacando la pobreza y para ello, apunta, tiene que implementar una segunda oleada de reformas a nivel microeconómico para aumentar la eficiencia del funcionamiento del mercado. «También hay que adoptar medidas para reducir la informalidad, que permita un mercado laboral más flexible; elevar la productividad de la mano de obra, lo que implica mejorar el nivel de la educación pública y una mayor inversión en infraestructura».
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