Literatura

Sevilla

OPINIÓN: Mauricio Abelardo y Honorato

La Razón
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La ciudad, no Sevilla en concreto, me refiero al concepto clásico de «civitas», es maravillosa porque siempre ofrece vías de escape. La ciudad puede ser mediocre y asfixiante, ahora sí me refiero en concreto a Sevilla, pero de pronto te regala una semana trufada de acontecimientos mágicos de los que reconcilian con el género humano: alguien que te sorprende con un par de entradas para despelotarte con Tricicle en el Lope de Vega (sí, sigue siendo posible el humor inteligente en la patria de la brocha gorda), la perspectiva de escuchar hoy en el Monasterio de La Cartuja al gran Mauricio Wiesenthal disertar sobre Tolstoi como si hubieran tramado amistad en algunos de sus interminables viajes por el globo (si no han leído «El esnobismo de las golondrinas» corran al punto de venta más cercano) o un librero heroico que se atreve con una reedición de Balzac: Abelardo Linares nos ofrece «El arte de pagar sus deudas y de satisfacer a sus acreedores sin gastar un céntimo» con la calidad y el mimo habituales en Renacimiento, su sello. Una joya de volumen empezando por el subtítulo que un amigo malvado le ha soplado para la portada al poeta y bibliófilo de la calle Mateos Gago: «El libro que Zapatero nunca leyó y que Rajoy tendrá que leer». No es frecuente, pero hay veces en que se alinean los astros para endulzarnos el paso por este valle de lágrimas.