La precisión del narrador

Incansable viajero y escritor cosmopolita, Peter Stamm es una de las voces más originales de la lengua alemana en los últimos tiempos. Nació en Suiza en 1963, pero vivió en París, Nueva York y los países escandinavos. Estudió filología inglesa, psicología, informática, psicopatología y, desde 1997, trabaja como periodista en la revista «Entwürfe für Literatur». Eso no impidió que en 1990 empezara a despuntar con sus cuentos y novelas para dar comienzo a una obra exquisita y delicada. Heredero de una tradición que lo vincula con escritores como Richard Ford, Tobias Wolff y Raymond Carver, o también Chéjov y Hemingway, e incluso Albert Camus. Las historias que despliega con una prosa depurada y cristalina pueden situarse en cualquier punto del mapa, pero siempre empiezan y terminan en un punto: un paisaje íntimo, desolado, que es iluminado por el fulgor de una epifanía.Desde «Agnes», su primera novela, en la que la ficción y la realidad nutren la relación de una atribulada pareja empeñada en conjurar las consecuencias de una vida entregada a la literatura, hasta el territorio desamparado de las afueras de París donde vive el profesor de alemán de «Tal día como hoy», o el pueblo noruego, en el límite del círculo polar, donde transcurre la monótona existencia de una empleada de aduana y su hijo que, en las páginas de «Paisaje aproximado», sólo encuentran el consuelo con el sol de abril, sus personajes poseen el privilegio de convivir con sus fantasmas cotidianos, un espacio cerrado y atroz pero del que logran salir indemnes después de haber transitado por la angustia, el dolor y las casualidades que conforman una biografía en la que todavía hay sitio para la irrupción fugaz de la belleza.Tras haber deslumbrado a la crítica con los cuentos de «Lluvia de hielo» y «En jardines ajenos», y mientras se traduce «Sieben Jahre», su nueva novela, en los doce relatos de «Los voladores», Stamm ha vuelto a introducirse, con historias escritas con una precisión de relojería, en la soledad de las parejas y la incomunicación para medir el pulso de una sociedad que entre el malestar contemporáneo y la levedad de nuestro tiempo, encuentra su refugio en el sabor perenne de la nostalgia.

Peter Stamm«Los voladores»ACANTILADO176 páginas. 16 euros