«Los productos de estación no están siempre cuando deben estar»

Andrés Madrigal es cocinero y dueño del restaurante Bistró Madrigal, en Madrid. Cuando uno piensa en cambio climático, se imagina a agricultores, pescadores, paleoecólogos o enólogos, por ejemplo, perjudicados, en cierta forma, por el cambio del clima. Pero, lógicamente, si les afecta a los primeros, también repercute a otros muchos, desde cocineros a amas (os) de casa, etcétera.

Madrigal explica a este semanario que «las cosechas se retrasan o se adelantan, por lo que los productos de estación no están siempre cuando deben estar. Aquellos que estamos pendientes de estas cosas debemos ir adaptándonos a estos tiempos, un tanto locos, sujetos a cambios bruscos de temperatura». Hay algunos productos que no se encuentran con tanta facilidad en el mercado o se ven más tarde o antes. «Los almendros y los cerezos en flor, por ejemplo, que deberían estar a finales de enero, se ven destrozados por la llegada de una helada. Con el pescado ocurre algo peor, debido a los cambios de temperatura en el mar, muchas algas mueren cuando el agua alcanza 16 ºC de temperatura, y, claro, eso conlleva la desaparición de otras especies que se alimentan de esas algas».

Hoy Madrigal halla los mismos productos que antes. Pero ¿hasta cuándo? «España es una gran despensa en la que se encuentra casi de todo, pero como sigamos descuidando el medio ambiente, en breve vamos a tener que empezar a importar muchas cosas. Con el consiguiente gasto y pérdida de calidad», prevé.