Adif
«Ya hemos llegado»
Indispensable la cámara de fotos. Ya fuera un viaje de trabajo o por darse el capricho de estrenar el AVE (la mayoría), pocos fueron los pasajeros que ayer inauguraron la línea de alta velocidad Madrid-Valencia que, además de su equipaje, no llevaban la cámara encima para inmortalizar el momento
Una foto antes de subirse al tren con «el Pato» de fondo (el modelo de convoy de la nueva línea), otra en la cafetería de a bordo, una al panel que indica la velocidad alcanzada... Y todas, antes de llegar al destino. Porque, más que la ciudad de llegada, la novedad ayer era el medio de transporte. Muchos, de hecho, no llevaban ni maleta porque habían venido hasta la capital simplemente a pasar el día.
El debut de la línea lo protagonizaron un equipo de rugby y un grupo de compañeros de trabajo que decidieron cambiar Madrid por Valencia para celebrar su tradicional comida de Navidad. Su tren partió de Atocha a las 8:40 horas y llegó a la capital levantina 95 minutos después con 260 personas a bordo.
Además de ser los primeros afortunados en recorrer los 391 kilómetros que separan ambas ciudades a la velocidad del rayo, Renfe les obsequió con una agenda para el próximo año de regalo. Otra de las novedades es una bolsita de plástico en tonos magenta –el color corporativo de AVE– en la que se entregan los auriculares con los que se puede escuchar la radio y los documentales y series de televisión proyectadas en las pantallas de los vagones. Y es que, en apenas hora y media de viaje, no da tiempo a ver ninguna película.
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