España

Los «indignados» se hacen fuertes mientras Interior «reflexiona»

La jornada de reflexión en la «zona cero» del «Movimiento 15-M» transcurrió ayer en un ambiente mucho más tranquilo que los días anteriores, marcado por el fuerte calor, las actuaciones musicales y la reorganización de las comisiones creadas. > La acampada se erige en ciudad-estado> Tres elecciones marcadas por las protestas del día antes> Rubalcaba y la cúpula policial constatan que las concentraciones son pacíficas> Los acampados en Sol tendrán radio y periódico propios

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Los «indignados» –que ayer cumplían su séptimo día de acampada y se alejaron de consignas políticas para evitar reproches en la jornada previa a las elecciones– y el macrocampamento creado se han convertido prácticamente en un elemento turístico más de la capital y ayer muchos curiosos –familias, jubilados y extranjeros de visita en Madrid– y también mucha gente de otras provincias aprovecharon para pasarse por la Puerta del Sol y echar un vistazo en persona al ambiente del que todo el mundo habla.

Los había que sólo acudían a hacerse una foto, a escuchar un rato los mini conciertos (frente a la boca de metro de La Mallorquina) que hubo durante todo el día, a comer gratis o, simplemente, a darse un paseo y curiosear entre las miles de pancartas y zonas nuevas como un huerto o una biblioteca solidaria. Y es que ayer, la tensión de los últimos días –por la incertidumbre de si la Policía iba a desalojarlos o no de la plaza– dejó paso a una jornada de descanso y reorganización mientras los voluntarios no paraban de repartir crema solar, agua y frutas a todos los asistentes.

Como ocurre los domingos en la mayoría de los hogares, ayer era tiempo de «hacer la colada», es decir, renovar las comisiones y decidir la misión que tenía asignada cada una (la de «vigilancia» ya no tiene sentido porque no existe el temor de las cargas policiales) o decidir cuál va a ser la hoja de ruta desde el lunes, ya que el gran temor de los «organizadores» del «Movimiento 15-M» es que el espíritu de los últimos días se diluya tras los comicios de hoy y los «indignados» vayan abandonando el campamento. Eso, o que la Policía finalmente termine echándoles la semana que viene.

En este sentido, el responsable de las Fuerzas de Seguridad del Estado, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunió a primera hora de ayer con la cúpula de su departamento para analizar las concentraciones celebradas el sábado en toda España, principalmente la convocada en Sol, y los dispositivos policiales que se aplicaron para garantizar el orden público. Rubalcaba, que insiste en no disolver la concentración de Sol –a pesar de que la Junta Electoral Central acordó prohibirla el pasado jueves– porque se está desarrollando de forma pacífica, se reunió, entre otros, con el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez.

En el encuentro se analizaron los dispositivos previstos para la jornada de reflexión y la jornada electoral de hoy. Según un portavoz del sindicato CEP, el número de agentes en Sol se redujo ayer en un 30 por ciento aproximadamente y muchos de los policías destinados a Sol se encargarían, desde esta madrugada, de vigilar los colegios electorales. Rubalcaba analizó la situación de todas las concentraciones en las que hubo presencia policial –no se produjeron incidentes–, y volvió a incidir en el carácter pacífico de las convocatorias.

Ajenos a las reuniones políticas, los «indignados» seguían ayer decidiendo nuevas propuestas y solicitando –siempre de forma voluntaria ya que, de momento, no aceptan donativos, por lo que no compran nada– lo que van necesitando. Algunas de las peticiones de ayer, a través de la cuenta de Twitter «acampadasol», fueron un glucómetro, walkietalkies, clavos o chalecos reflectantes (para los miembros de las comisiones). Las asambleas políticas de ayer se centraron, básicamente, en la Ley de Extranjería y la Banca. A las 12:00 horas deciden qué hacer a partir de mañana.

En Barcelona, hasta el 15-J
La acampada de Barcelona aprobó ayer en asamblea prorrogar las movilizaciones hasta mediados de junio, demostrando así que quieren proseguir con la protesta más allá de las elecciones. En una votación en la que participaron los campistas y todos los ciudadanos que quisieron sumarse se acordó casi por unanimidad convocar para el próximo 15 de junio una manifestación que acabará en la plaza de Sant Jaume, sumándose así a los colectivos que se oponen a los recortes del Govern. Mientras, los «indignados» de la madrileña Puerta del Sol –que tenían previsto votar ayer también sobre la continuidad o no de la concentración– aplazaron hasta hoy la decisión sobre el futuro de la acampada.