Más denuncias por maltrato pero menos protección

El número de casos de violencia de género registrados en el segundo trimestre del año aumentó un 5,7 por ciento respecto a los primeros tres meses del año, según los datos estadísticos ofrecidos ayer por el Consejo General del Poder Judicial. Así, el número de denuncias presentadas entre abril y junio ascendió a 34.347, con una media de 377,4 diarias, o lo que es lo mismo, una denuncia cada cuatro minutos.

La Policía sigue siendo la principal fuente de denuncia de los casos e interviene en ocho de cada diez casos. El 62,66 por ciento corresponde a la denuncia de la víctima ante los agentes, el 16,27 por ciento por intervención directa de las Fuerzas de Seguridad y el 0,75 por ciento mediante la notificación de la situación por parte de un familiar.

Renuncias al proceso
El resto de las denuncias corresponde a la demanda presentada directamente por la maltratada en el juzgado (7,83 por ciento), mediante un parte de lesiones (11,26 por ciento), por los servicios asistenciales (1,02) y por una denuncia de la situación ante la Justicia por parte de los familiares (0,22).

A este aumento del número de casos notificados en los tribunales, se ha producido un descenso de las órdenes de protección adoptadas por el magistrado, que han pasado del 68 por ciento del primer trimestre al 67 por ciento en el periodo abril-junio.

Las cifras de renuncias al proceso crecieron un 6,2 por ciento en este periodo, con un total de 4.016 (11,69 por ciento del total). Una causa de esta situación puede encontrarse en la relación de parentesco entre agresor y víctima, ya que el 59 por ciento convivían con su agresor en el momento del maltrato.

En cuanto a la nacionalidad, las mujeres extranjeras siguen siendo las más vulnerables, ya que su representación en esta estadística es más elevada que el peso que suponen sobre el total de la población femenina (11,4 por ciento). De esta situación se desprende que el 41 por ciento renuncie a continuar adelante con el proceso. En cuanto a las órdenes de protección incoadas, el 36 por ciento corresponde a víctimas de origen inmigrante.

Respecto a los delitos instruidos en los Juzgados de Violencia Sobre la Mujer, el mayoritario fue el de lesiones (75 por ciento de los casos), seguido por las coacciones y amenazas (9 por ciento), quebrantamiento de medidas (2,9 por ciento), delitos contra la integridad moral (1,9 por ciento), quebrantamientos de penas (1,6 por ciento), delitos contra la libertad e indemnidad sexual (0,8 por ciento), delitos contra los derechos y deberes familiares (0,5 por ciento) y los 22 casos de homicidio, consumados o fallidos.
 
Por la vía civil se procesaron un total de 2470 casos. Las injurias se mantienen como las faltas más comunes (44 por ciento), seguidas por las vejaciones (40 por ciento). Por sexo, 5.025 hombres tuvieron que someterse a un jurado (1.178 de ellos de origen extranjero) por 48 mujeres (5 extranjeras).

Un problema con arraigo
El problema de la violencia de género es cultural y es preciso un cambio educativo para acabar con esta lacra. Así, el 99,1 por ciento de los procesados son hombres (en la imagen, el detenido por la muerte de una mujer de 29 años en Avilés). De ellos, el 73,1 por ciento son condenados. Esta realidad es mucho más preocupante entre el colectivo de extranjeros, ya que el 83 por ciento de los inmigrantes enjuiciados son condenados. El número de mujeres enjuiciadas es testimonial.