Sevilla

Moreno asume galones: Griñán y Zapatero se verán las caras

Entre dudas sobre las relaciones de ambos ejecutivos, la agenda oficial sólo incluye los recortes en obras y VPO.

José Luis Rodríguez Zapatero y José Antonio Griñán, en una reunión mantenida en Madrid
José Luis Rodríguez Zapatero y José Antonio Griñán, en una reunión mantenida en Madridlarazon

Sevilla- La consejera de Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Mar Moreno, anunció ayer en una entrevista concedida a Ep que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente andaluz, José Antonio Griñán, mantendrán una reunión durante este mes de agosto, aunque no ofreció la fecha definitiva del encuentro.

La agenda oficial de la cita incluye el análisis de los recortes en infraestructuras anunciadas por el Ministerio de Fomento, así como la retirada de las ayudas a la vivienda protegida previstas por el Ministerio de Vivienda. A las dos iniciativas se ha opuesto públicamente el Gobierno andaluz.

Sin embargo, ninguno de estos asuntos tiene la enjundia suficiente para propiciar una cumbre entre ambos presidentes. En el caso del recorte en infraestructuras públicas, el propio ministro de Fomento, José Blanco, tiene comprometida una visita a Cádiz el 24 de agosto para anunciar la continuidad de las obras del segundo puente de acceso a la ciudad, como confirmó el pasado miércoles. También aseguró que en el paquete de esas obras «indultadas» se encuentra la A-7, por lo que el deseo de «desbloquear» otros proyectos parece difícil. Además, el propio Blanco parece el interlocutor más apropiado para este objetivo.

El segundo caso es incluso más llamativo. El Ministerio de Vivienda ha anunciado el recorte a las ayudas a la compra de vivienda protegida, una medida que afectará a todas las comunidades autónomas. Además, el departamento de Beatriz Corredor ya anunció en julio que a partir de septiembre mantendrá reuniones de carácter bilateral con todas las regiones. Desde la Junta han solicitado una moratoria en la aplicación de esta medida, una propuesta que tendría que aplicarse a todas las comunidades y no sólo a Andalucía.

Sí hay otros temas que sólo Zapatero y Griñán deben solventar, que afectan también al Partido Socialista. El principal de todos es la relación entre ambos ejecutivos, erosionada en los últimos meses. La decisión del Banco de España de adjudicar Cajasur a la BBK en lugar de Unicaja no sentó bien en la Junta de Andalucía y el vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, llegó incluso a reclamar «más coordinación» en el seno del partido ante el Comité Federal del PSOE. Velasco acudió en representación del propio Griñán, que prefirió ofrecer una rueda de prensa en Sevilla.

La convocatoria de primarias dentro del PSOE es otro ejemplo. Mientras Zapatero ha admitido que se convoquen en Madrid, Griñán se niega a que se celebren en Andalucía, como es el caso de Málaga capital, donde Ignacio Trillo reclama competir con la candidata oficial, María Gámez.

Sobre temas electorales también hay otro asunto pendiente: la posible candidatura del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a la Alcaldía de Córdoba, un empeño personal de Griñán.

Igualmente, los últimos sondeos electorales denotan que la imagen de Zapatero en Andalucía ha sufrido un serio desgaste. Con peor valoración que el presidente del PP-A, Javier Arenas, por primera vez el presidente del Gobierno obtendría menos votos en las elecciones generales que el candidato socialista en las autonómicas.


Los 1.475 millones no se negocian
La Junta tiene asumido que tendrá que devolver a partir del año que viene los 1.475 millones correspondientes a la liquidación definitiva del sistema de financiación autonómica correspondiente a 2008. Tan es así que no va a tratar de negociar un aplazamiento en su devolución como demandan PP e IU. Moreno dio por hecho que el Estado los detraerá de las cantidades que entrega cada año en virtud de la financiación de las comunidades por lo que no supondrá «ningún desembolso» aunque sí una merma de ingresos. Este aspecto espera verlo compensado con la entrada en vigor del nuevo sistema de financiación autonómica, que según los cálculos del Gobierno andaluz supondrá unos ingresos extra de 3.000 millones con respecto al anterior modelo –el PP asegura que el nuevo sistema perjudicará en financiación per cápita a Andalucía–. El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, acusó ayer a Griñán de dejar la región en la «bancarrota» y le pidió un cambio en política económica.