Las ayudas fiscales no reducen el gigantesco stock de viviendas

La razón es simple: en estas comunidades se concentra buena parte de la segunda residencia cuya venta se congeló con la crisis. Toledo (3,87%) y Ciudad Real (1,92%) también concentran un buen puñado de viviendas vacías de desarrollos urbanísticos levantados con la idea de ser una prolongación de la periferia de Madrid, como el de Seseña, pero truncados también por la recesión. Las medidas del Gobierno para drenar el stock se han mostrado, pues, poco eficaces, aunque sea la primera caída desde 2005. Se esperaba que al eliminar la desgravación por compra de vivienda a partir del 1 de enero se registrase un importante repunte de las compraventas en 2010 porque muchos no querrían perder este importante incentivo fiscal. Este incremento contribuiría a reducir el stock. Y así sucedió, pero sólo en los meses finales del año.

En el último trimestre, las transacciones se elevaron a 150.494, frente a las 80.550 del anterior. De ellas, 56.274 fueron de vivienda nueva y posibilitaron ese ligero recorte del excedente de oferta. El problema es que si las ventas y las viviendas terminadas evolucionan como en los primeros meses del año, el stock aumentará en cerca de 70.000 unidades. En los primeros cuatro meses del año, se terminó la construcción de 57.237 unidades, según los datos de Fomento. Eso significaría que, de seguir esta evolución, a final de año entrarían 171.711 nuevas viviendas en el mercado. Si se mantiene el ritmo de compras de vivienda nueva registrados en el primer trimestre, que fue de 26.246 pisos, a final de año se habría dado salida a 104.984 viviendas nuevas. Si entran en el stock 171.000 y salen vía venta 104.984, el excedente subiría en 66.727. Sólo si se repitiesen las cifras de transacciones de 2010, con 199.731 ventas, se reduciría el stock en 78.000 unidades.