La novia de CR9: «Soy fan de Dostoievsky»

A golpe de pelo, aunque poco, cual Norma Duval se presentó la novia de Cristiano Ronaldo en Cibeles, en su primer viaje a España. Y utilizó la excusa del «jet lag» para no contestar pregunta algún de su chico. Ella vino a ejercer de madrina de la nueva botella joya de Grey Goose como homenaje a Chopard, que cumple siglo y medio de joyones. La modelo Irina Shayk emuló el «vengo aquí a hablar de mi libro», pero en versión pivón ruso que te lanza un beso en el aire y te deja tuerto. Que le preguntan por cómo lleva la relación a distancia, ella responde que se pasa «en los aeropuertos todo el rato». Que Jesús Mariñas le recuerda la fama de mujeriego del jugador, sale por peteneras: «Todo Ronaldo, y sobre mí, nada. Yo vengo tan contenta y te veo a ti tan enfadado. Las mujeres rusas somos peligrosas». Ni si quiera se mojó cuando se le pregunta por su pasión por el fútbol: «No pude ver el partido de ayer porque estaba volando». Al menos sí explicó cómo lleva el pasar de las revistas de moda a las del «cuore»: «No busco ese tipo de popularidad, no es lo que quiero, estoy concentrada en mi carrera». Si se le interroga por la moda española, le cuesta más, aunque luciera un minivestido rompedor de Pronovias: «Me gusta una diseñadora que no sé cómo se llama». La chivan: Amaya Arzuaga. «No se pronunciarlo», se disculpa. ¿Pero tiene algún modelito de la vasca?. «No», contesta como lo hizo la Mazagatos cuando se confesó seguidora de Vargas Llosa sin haberle leído. Irina es más de Dostoievsky. No es broma, palabrita que lo dijo, aunque este diario no pudo confirmar si ya ha terminado «Crimen y castigo». Pero sí que ya se ha estrenado en la gran pantalla, con «Pirañas 3D». Peliculón.